enero 21, 2012

Delirios Placenteros.....Capitulo 2

Aquí es sábado!!! Un sábado rico y fresco. Les traigo este capitulo que es el segundo de esta ida de avión como diría mi sirena Teles :3
Escribirlo fue algo lindo, he de confesar que me trato de esmerar en la historia y es que aveces Talon se me rebela xD
Espero les guste y esperen el próximo!! n.n
NA: Espero te agrade Beu!! lo he hecho con buena intención y de buen corazón! Tu tranquila que si lo tendrás despues de todo alguna de las dos debía tener su final feliz y como quería :D

Disclaimer: La mayoría de los personajes no me pertenece a mi sino a la mente genial de Sherrilyn Kenyon, solo la historia y uno que otro personaje es mio. Este escrito no tiene el fin de promoverse comercialmente ni de revocar cualquier derecho solo tiene el objetivo de entretener.

(Ya con la Ley SOPA una toma precauciones) ;D

Agradezco la portada que ha hecho Beu!!! quedo linda!! :D







Capitulo 2: Neblina

Muy dentro de mí no tenía la intención de sorprenderme. No era secreto que conocía a personas que no solo eran brujas o sacerdotisas. El ejemplo más claro que tenia eran las hermanas Deveraux; Por lo que sabía todas tenían algo con que sorprender. Poderes sensoriales que incluso podía casi adivinar que no ocupaban al 100 por ciento.

Pero saber que la mujer frente a mi quizá sufría por aquello eso me descolocaba de una forma extraña.

-Bruja… Ok donde está tu escoba, el gato y el sombrero- Quise aligerar el ambiente, su rostro se había convertido en una mezcla de disculpa y preocupación.

-No es gracioso- Murmuro reprimiendo una sonrisa tímida.

-Lo sé, solo quería ver una sonrisa en tu rostro…-

-Fallaste…- Suspiro –De verdad es que pasa algo conmigo, no sabes cómo es el tener habilidades diferentes a los demás y que por ello no puedas acercarte a alguien sin que exista la posibilidad de que resulte herido…- Se llevo ambas manos a su rostro como quien quisiera cubrir la culpa. Esa imagen me traspaso.

Yo había sentido en carne propia como era el sentirse de ese modo, herir a todo el que estuviera a tu lado, había experimentado la culpa y el sentimiento de no pertenecer con el mundo y para ser sinceros aun lo experimentaba cuando miraba el amanecer solo, cuando caía en cuenta que no tenía con quien compartir una sonrisa cómplice o un atardecer.

-Cariño- Tome sus manos permitiéndome mirar sus ojos azabache –Lo sé y puedes apostar que no hay nada malo contigo- Su labio temblaba y una lagrima rodaba sobre su mejilla- A veces la vida nos da más de lo que podamos manejar, pero si solo nos limitamos a sobrevivir en vez de vivir. Eso significa que no estamos esforzándonos ni un poco- Sus ojos se fijaron en los míos con dudas, como si quisiera saber de mí, como si quisiera traspasarme y exponerme.

-Hablas como si….-Murmuro.

En un momento cerro sus ojos dejando escapar una exhalación profunda. Así como estaba se miraba divina, concentrada y supe lo que venía.

-No le permito entrar en mi mente a nadie- Me sentí estúpido un momento, pero tenía un lio dentro de mí que ni siquiera me atrevía a examinar ni un poco. Además por la expresión de su rostro en forma de disculpa supe que había sido demasiado brusco.

-No quería ser metiche, solo intentaba…. Bueno solo olvídalo- Conocía poco de las mujeres. Mi hermana Ceara que había sido bondadosa, frágil, pero claro que no es lo mismo mirar a tu hermana que a una mujer.
Antes de Sunshine podía considerar que las mujeres eran difíciles de una manera encantadora. Es decir seguían con la idea del romance, de la pasión y de la seducción. Pero ahora precian demandar más cosas como la fidelidad, la pertenencia, un excesivo acoso, incluso algunas mujeres venían con un kit de perversiones y de feminismo superlativo.

Yo me limitaba a mantener mi cama ocupada, mis sabanas enredadas y mis necesidades cubiertas. Demasiado tenía antes con pertenecerle en cuerpo y alma de la forma más literal a Artemisa. No veía lo mismo con Sunshine porque realmente tenía el firme propósito de ser feliz a su lado, de haber tenido una vida compartiendo todo. Ahora estaba solo por convicción, no deseaba liarme con cualquiera pero apostaba a que la mujer frente a mí se vería deliciosa entre mis sabanas.

Lo que sabía con certeza era que Beu se había enfadado, tenía un ligero aire de molestia en sus ojos, ya que percibí la manera en que se habían puesto tensos al igual que su mandíbula.

-Sabes, no puedo creer que te haya molestado mi bloqueo pero no hayas preguntado cómo se lo que pretendías  hacer- Fingí asombro, después su expresión cambio a interés puro cuando de nuevo poso su mirada en mi y coloco sus manos en mi rostro.

Pude percibir como intentaba tirar y empujar mi pared mental. Quería alejarme de su toque que comenzaba a hormiguera sobre mi piel calentándola deliciosamente. Sus dedos comenzaron a moverse inquietos y ese masaje improvisado se sentía demasiado bien.

Incluso me preguntaba cuan mágicos podían llegar a ser sus manos sobre todo mi cuerpo.

-Como es que sabes que intento….- Murmuro aun concentrada

-Se cosas…-

-Creo que preferiría que me contaras a recurrir con esto- Movió sus manos y aun empujo mi pared con fuerza. Yo comenzaba a incrementar la concentración.

-Ok, primero he de decirte que estoy familiarizado con lo bizarro y paranormal- Bajo sus manos y su mirada, que repentinamente se volvió intensa al fijarse en mi torso. Me regodee de pura vanidad -¿Te gusta lo que ves? – Intervine con el mejor tono que tenia. Había sido muy bueno en el juego de la seducción, de eso ya parecía ser el suficiente tiempo como para considerarme fuera de juego.

-No, es decir si… claro estas bien, bueno más que bien, es decir se nota que…. Bueno tienes un buen cuerpo… pero no digo que no puedas tener intelecto… es decir no solo es el físico… no es que diga que tu eres superficial… Me callare mejor- Escucharla balbucear y hablar tan rápido era de una forma dulce tanto sensual. Cada vez que sus palabras se atropellaban o precipitaban y las contradecía me hacia sonreír.

-En pocas palabras supongo que eso es un sí- Sus ojos miraban repentinamente la mesa de centro. Una capa carmesí cubría sus mejillas con sutileza. Su piel había tomado un color canela en el rostro.

-Ok, estas bueno pero no me cambies el tema- Era increíble cómo podía retomar el control de sí misma. Pero más increíble era aun como sus ojos me contemplaban con sinceridad.

-Bueno para estar parejos tú también estas buena…-El color de su rostro daba alusión al más puro fuego. 
Yo me preguntaba cuan ardiente podía ser tal fuego que apostaba escondía detrás de esa apariencia sencilla.

-Si tu propósito es desviar el tema…. Me rindo- Se levanto del sofá haciéndome consiente de la pérdida de su cuerpo junto al mío. Tomo el tazón y mire como se dirigía hacia la cocina y por último a la tarja en donde lo enjuago y dejo sobre el escurridor de metal –Gracias por el cereal y el cambio de ropa… pero debo marcharme- Se encamino al pasillo y después se perdió en la habitación de huéspedes.

Yo me quede únicamente con una sonrisa de pose, con la inseguridad y con la preocupación de que ella se marchara.

Me quede inerte en la puerta y antes de tocar escuche su voz.

-Una cosa es no poder entrar en tu mente pero otra diferente es saber donde estas así que entra de una vez- Me sorprendí pero no pude evitar la sonrisa que a continuación se esbozo en mi rostro.

-Beu… yo- Mire como se había vuelto a poner aquel vestido rojo. Se acababa de bañar ya que su cabello aun se notaba húmedo y remarcando cada rulo. A pesar de que no llevaba maquillaje como una base o sombras, el gloss en sus labios era sugerente. Ella era una belleza al natural, una diosa si me permito rectificarme. Su cuerpo apostaría se amoldaría debajo de mis caricias. Apostaría que sus labios sabrían a gloria y a cereza.

Sus piernas torneadas eran como veredas que me atrevería a recorrer y descubrir. Incluso sus zapatos me encendían, deseaba incluso que al tomarla los trajera puestos, eso sería lo único que le dejaría portar al embestirla. El solo pensarla en mi cama me endurecía, me hacia ansiarla aun mas y por consiguiente a frenarme y controlarme.

-De verdad les agradezco a ti y a tu amigo la ayuda, pero debo regresar a mi vida, además no me considero lo suficientemente débil como para no defenderme…-Intente interrumpirla pero ella me detuvo –Soy una sobreviviente, eso es lo que hago, vivo cada día en espera de perderlo todo y aun así al final de este me da gusto saber que sigo viva gracias a mi. No me gusta deber favores y mucho menos a personas que no conozco- Sus orbes se fijaron irradiando valentía, fuerza y determinación. De verdad que esta mujer me hacia desearla a cada momento y me agrada saber que era fuerte y que tenía un modo de ver la vida como una guerrera.

-No creo que la intención de Acheron y te aseguro que la mía de igual manera no es el hacerte sentir inútil o débil. Queremos ayudarte, créeme cuando te digo que Acheron no se preocuparía si de verdad no hubiera porque- Ahora fue su momento para evadir su interrupción – Solo quiero ayudarte, que no corras peligro ni que ningún bastardo te lastime
Me di cuenta por la manera en que sus ojos se fijaron en los míos que no estaba acostumbrada a recibir ayuda o que alguien se hubiese preocupado por ella de manera protectora.

-Nadie nunca me había protegido, es decir siempre había adoptado el papel de guardiana, el papel de defensora… -Sus palabras cesaron y pude notar cuan afectada estaba por mis palabras.

-Un paso a la vez…-Murmure y ella sonrió con esperanza.

Después de que ella accediera a salir a comer conmigo, prometiéndole una cerveza e ir a su departamento por ropa y cosas que necesitaba. Me había aliviado escuchar que traería cosas para su estadía y que no pensaba alejarse de mí.

Me encontraba listo y arreglado, le había convencido que siguiera usando mi chamarra porque a pesar de que a vista de su piel expuesta me encantaba y causaba revolución de hormonas teñida de necesidad, también tenía claro que no pensaba compartir la vista con nadie. Seria únicamente la delicia para mis ojos, mi tesoro que no quería compartir con nadie.

-¿Iremos en la motocicleta cierto?- Mordió su labio con expectación

-Pensaba que quizás era más apropiado viajar en el auto para traer tus cosas- Explique, ya que no pretendía que ese fuera un pretexto cuando llegáramos a su casa.

-Tienes razón…-Una súbita aparición de decepción se hizo presente en su rostros a lo que agregue
-Pero te prometo que mañana viajaremos en motocicleta a donde tú quieras… si quieres al fin del mundo- Le guiñe un ojo y ella quedo conforme.
Subimos al Dodge Viper negro, porque además de rápido se me hacia el auto que podría encantarle a ella.

Después de comer unas hamburguesas acompañadas de un par de cervezas y de la conversación mas deliciosa que había tenido en mucho tiempo, tanto que aun dudaba que tuviera una conversación para toar como referencia. Así que la charla que mantenía con Beu la había colocado como la mejor de toda mi existencia.

Su boca al hablar hacia que me perdiera, su voz me embriagaba de calor, de deseo, de interés hacia todo lo que decía, cualquier palabra, cualquier expresión la guardaba celosamente en mi memoria. Sus gestos tanto de sus manos como de su rostro coordinaban con el desenvolvimiento propio y único.

Verla era un completo deleite para mis sentidos.

No habíamos tocado nuestro tema inconcluso, ahora me limitaba a preguntarlo lo básico en su vida. Ella era huérfana, sus padres habían muerto cuando ella tenía 2 meses así que había pasado su niñez en hogares adoptivos hasta que se había quedado con los Briet. Pero su peregrinar en a tristeza no había parado ahí ya que Helen y Pete habían muerto en un accidente de auto. Después habían estado los Weat quienes habían muerto en un horrible terremoto. Supo que las personas morían a su lado y se había puesto el propósito de estar sola y no involucrar a nadie. Solo tenía 15 años cuando había tomado tal decisión, vivió sola y siempre había superado cualquier cosa. Después había descubierto la cantidad de poderes que iban acrecentándose. Confundía la predicción con la suerte, después la intuición con la adivinación. Hasta que la telequinesis y la telepatía habían irrumpido una noche advirtiéndole del mal que pudo enfrentar a manos de un par de ladrones.
También sabía que le gustaba el rock y el pop clásico. Que no soportaba las mentiras y que amaba el chocolate.

Había contado cada detalle con gracia y con un aire de nostalgia como si cada vez emulara la situación completa. Yo solo podía admirar su temple y fortaleza. Me había dado cuenta que ambos habíamos vivido cosas difíciles. La admiraba.

El camino a su departamento demoro más de lo planeado debido a una inesperada lluvia, la misma que causo un caos vial. Estábamos atorados en medio de la avenida principal con las gotas repicando en el auto como sonido de fondo.

-Talon, podrías decirme algo de ti. Al menos así podría dejar de intentar hurgar en tu mente- Su cuerpo se encontraba completamente en dirección al mío. Su boca tenía algo parecido a un puchero mostrándome su inconformidad.

-Hurgar es una palabra muy descortés- Sabia cuan perdido me encontraría de sumergirme en la noche de sus ojos. Comenzaba a creer que tenían un efecto parecido al cálido adormecimiento de una hipnosis. Alguna vez Ceara me había contado una vieja leyenda acerca de que había mujeres que con una sola mirada habían conquistado tierras, que podían tener todo. Ahora dudaba que solo hubiese sido una historia fantástica.

-Que no puedas contarme nada de ti si lo es….- Su entrecejo se  arrugo con desdén.

-Ok, vivo en el pantano- Comencé y reprimí una sonrisa ante su gesto indignada

-Eso lo se Sherlock…-Rodo sus ojos

-Elemental mi querido Watson, también he de agregar que por mucho ese es mi conjunto de libros favoritos-

-Dime algo que nadie más sepa…-Sus ojos brillaron con emoción

-Siempre soñé a una mujer en vestido rojo… y el resto se envuelve en otra pregunta- Conteste avanzando aproximadamente un metro que se había liberado gracias a un semáforo.

-¡Ja! Que gracioso, ¿Así que esa es tu técnica para conquistar?  Bueno Don Juan y Casanova deben estar retorciéndose en su tumba-Su risa y el sarcasmo se perfilaron con diversión mientras yo escuchaba atento. Era tan sencillo estar con ella y me estaba comenzado a gustar el juego que podíamos mantener.

-Bueno, por mi parte puedo decir que hago mi mejor esfuerzo-

-Se nota cariño, pero podrías por favor decirme algo acerca de ti. Algo que no me haga sentir lo suficientemente torpe como por haberte contado mi vida con resumen y critica incluida- En este punto comencé a preocuparme de que en verdad el enfado pudiera no sentarle tan bien.

-De acuerdo tu ganas, por donde empezare- Me lleve las manos al cabello con nerviosismo, como podría mejorar mi vida – Soy un Guerrero Celta, mi edad no está en discusión. Me gusta la cerveza morena- Le tendí una mirada significante y su rostro de nuevo había adquirido el sonrojo canela encantador –Veamos hasta hace unos 4 años no tenia alma, me gustan los días lluviosos y las noches frías. Ah por cierto mi ex-esposa me dejo por otro hombre hace dos años y tengo un puñado de amigos raros, bizarros y extraños que al final de cuentas es lo mismo- En ese instante me sentí vulnerable como si estuviese desnudo en una multitud. Sin saber qué hacer y así tan expuesto y no porque precisamente me había ahorrado los detalles trágicos e innecesarios.

Cerré mis ojos lentamente, quería flotar y desaparecer como podía hacerlo Ceara o Acheron. Deseaba no encarar nada ni una pregunta acerca de nada. Au no me sentía preparado para decir “Pero estoy bien” No quería mentirle a Beu, ni deseaba que me tuviera lastima.

-Yo… yo lo siento Talon- En su voz había disculpa y ternura. Sus manos viajaron a mi rostro y lo acariciaron. Su toque ardía, no había sentido algo así nunca. Me tranquilizo en un instante.

-No debes sentirlo Mujer, tu y yo sabemos que no somos de las personas que nos gusta la lastima de las personas… tu y yo nos adaptamos y seguimos- Ella asintió en silencio, tomo mi mano.

Después de unos minutos encendió la radio y coloco el Ipod.

En un segundo Rest My Chemistry de Interpol inundaba el auto. Su rostro se contemplaba sereno, cerré de nuevo los ojos y deje que la canción me abordara.

-Esa será tu canción- Le pronuncie a Beu quien me miro apreciativamente. Una pizca de cautela se diviso en sus ojos seguido de una sonrisa autentica.

Y sin que nadie pudiera frenarme y sin temor a hacer el ridículo comencé a cantar y a dedicarle los coros. Su labio se encontraba en la prisión de sus dientes.

-Sera nuestra canción- Dijo cuando termino la melodía.

Después de haber estado una hora parados en el tráfico llegamos a su departamento.

Espere que guardara sus cosas y pronto la ayude a bajar su maleta y dos bolsas que se encontraban repletas de igual forma.

Ambos partimos a mi hogar, la noche se comenzaba a extender en el cielo.

-Muchas gracias de verdad por todo- Menciono cuando habíamos cruzado el umbral de la casa.

-Te lo dije Mi casa es tu casa- sonreí con malicia –Y si quieres también mi cama puede ser tu cama- Le guiñe un ojo y ella en respuesta sonrió.

-Eres imposible…

-Admite que estoy mejorando en mi arte de seducción

Vimos un par de películas de Fast and Furious hasta que se quedo dormida. Su rostro sereno parecía irreal. La lleve en brazos a la cama grabándome su aroma y el calor que su cuerpo irradiaba. De pronto soltó mi nombre envuelto en un suspiro.

Mi cuerpo se había estremecido de norte a sur, mi cuerpo reaccionaba a ella con premura y urgencia. Y por lo mismo me decía a mi mismo la importancia de la paciencia. Ahí en mis brazos tuve la epifanía de tenerla no solo en mi cama. De tenerla en mi vida.

La acosté en la cama de la habitación que ya no llamaría de huéspedes. Era su habitación ahora que la había personalizado un poco más, poniendo su ropa, libros y unas cuantas cosas que me daban esencia a su personalidad.

Justo había acabado de quitarle los zapatos y pasarle una frazada por encima cuando tocaron la puerta.

-Hola- Saludo Acheron en la sala.

-Pensé que tocaban la puerta- Dije

-Bueno somos de confianza, toque pero decidí entrar pero que no se diga que no toque primero- Su sonrisa ladina se extendió contagiándome.

-¿Qué tal va todo con Beu?- Pregunto sin rodeos.

-Bueno ella va bien ¿Sabías que es bruja?- Mencione mientras asentía
-Oh sí, pero apuesto a que pueden llevarse bien, ya sabes como Darrin y Samantha de Hechizada-

-Claro apuesto que podrías fungir el papel de la molestosa suegra… Endora- Reí y el hombre frente a mí que llevaba hoy el cabello plata en conjunto con sus lentes y ropa gótica se puso serio

-Touche….-Agrego

-Ella es agradable, me hace sentir bien, es decir no sé muy bien de que o quien se esconde pero la protegeré Acheron- Prometí

-Ambos se ayudaran de eso no tengo duda pero por favor no dejes que ande sola… no es seguro- Y antes de que pudiera decir algo desapareció.

En ese momento se escucho un grito ahogado.

Corrí por el pasillo, quería asegurarme que ella estuviera bien “Es un mal sueño” Pensé.

Y justo cuando abrí la puerta mi sangre se helo. Beu no estaba.

1 comentario:

¡¡bamh!! dijo...

OMFGGGGGG!!! D:
Me encanto, me encanto. Lo ame, lo ameeee! ♥
Ay mi Ale, cada palabra, frase, cada descripcion de esos dos me tiene bien feliz *.*
Ame el capitulo de principio a fin ♥ De verdad que si. ¡Diooooos! Pense que no podia amar más a Talon, o a ti, pero me equivoque rotundamente, te amo cada dia más! :} Y no solo por lo que escribes, sino porque lo que representas en mi vida. Y el final feliz... Ese lo tengo al leerte cada noche, cada tarde, sabiendo que te tengo no muy lejos de mi, a solo dos transbordes de metro, quiza una llamada o un correo electronico, un comentario o un 'like', te tengo a mi lado, en cada pensamiento, mi Ale *.*
Te tengo, y soy una perra afortunada por eso. ¡Muerance de envidia bitches! :D
Te amo tanto y jamás me canso de decirlo. TE AMO.
Sin más por el momento, déjame reiterar que A M E el capitulo de pi a pa. De norte a sur, de este a oeste, de principio a fin, de todos lados y aaaay, me lo leeré de nuevo. Dios!

T E A M O ♥

Las chicas del Té de Lemmon

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