julio 03, 2010

Búscame - Capitulo III

Había olvidado el trato. No, más bien no había tenido tiempo y la inspiración en esta historia se oculto bajo una roca, miles de mariposas revoloteaban a su alrededor, y como las mariposas me dan miedo, ni me acercaba a la roca XD
Pero... Aquí tienes mi Ale, mía de yo, un nuevo capitulo. Solo para ti y para las que me lean :D


Nota: Lo que esta inclinado son algo así como los recuerdos de Eric.






Capitulo III

Tenía ya tres semanas desde que Serena y yo nos encontramos, desde que le dijimos a Cameron que éramos “hermanos”. Cameron se la trago toda. Preguntaba por ella en la oficina. Lo cual me ponía muy de malas. Parte del trato era no saber nada uno del otro, salvo lo necesario. Nombre y número de celular para emergencias. Me prohibí a mi mismo llamarla. Era una tortura claro, era una parte del trato, de mi trato personal, que no rompería jamás.

Las manos me temblaban cuando veía su nombre en mi lista de contactos, “S”, solo eso tenía para identificarla. El numero ya me lo sabia de memoria. Quizá con un simple mensaje con: “¿Que tal tu día?”. No. Mensajes cero. Nada.

-¿Aburrido? –Cam de nuevo se pasaba por mi oficina, intentando convencerme de ir con él al billar.
-No –conteste detrás de mis manos. Ocultaba mis ojeras. No dormía bien desde que ella no aparecía por mi departamento. ¿Qué demonios le pasaría?, ¿estaría ella bien?, ¿me extrañaría…?
No, no, no y no.
-Venga Eric, esa cara es de aburrición. Vamos a tomarnos unas cervezas, es viernes y… tu sabes. Esta semana fue pesada.

Tenía razón. Muy pesada. Tome aire y rechace su oferta una vez más.
-Bien, tú te lo pierdes –alzo los hombros y se fue.

Metí en un folder el informe pendiente que tenia que entregarle al Jefe. Lo lleve a su oficina.
-Trabajando hasta tarde Ross… -comento tomando su abrigo.
-Si, señor…
-Muy mal hecho, el mes esta ligero –A veces el Sr. Baker era muy extraño, pareciera que te veía con rayos X. –Vamos por unos tragos, mi mujer esta de vacaciones con las niñas. Vamos, yo invito. No acepto un NO, como respuesta –me fundió con su mirada eléctrica.
-Claro –No sabia que pasaría si me negaba. Mejor no arriesgarse.



-Dos whiskys dobles –le dijo al mesero.
En poco tiempo los terminamos y pedimos la 3er, 4ta… no se, estábamos bebiendo como si de eso dependiera nuestra vida. Al menos yo si bebía así, como un maldito y desgraciado despechado.

-No se como es que no se da cuenta que la amo, la amo como jamás amare a nadie, como si ella fuera el mismo aire que respiro –tape mi rostro con las manos, el Sr. Baker mostró su apoyo a mi repentina confesión con un apretón en mi hombro.
-Tranquilo chico, ya se dará cuenta –decía muy tranquilo. Eso me molesto.
-¡¿Cómo puede decirlo así, como si nada?! –grite.
-Porque así es la vida hombre, tranquilo –alzo las manos en señal de tregua. -¿Cuál es su nombre? De la mujer que te tiene así…
-Serena –mi boca hablaba sin mi permiso. Condenada rebelde. –Dios, no se como pude enamorarme de su testarudez, es una niña necia y caprichosa y… demonios, la amo como… como…
-Como un idiota –finalizo con una sonrisa en su tono de voz.
-Si –bebí de mi vaso y lo termine en un trago.
-Bien, creo que es hora de irnos a casa.
-No, tengo que verla, tengo que decirle que la amo, que le pertenezco –me puse de pie y tire la silla. Lo supe porque se escucharon quejas y mucho ruido.
-Claro, muchacho. Yo te llevare a su casa.

Lo mire y le creí. No se como pude hacerlo, pero le creí. Entonces…

Todo se volvió borroso, el piso se movía, sentí un golpe cerca de mi mejilla derecha. Después algo frío, y luego nada.



-Buenos días borracho –esa voz ronca, nada sensual me hablaba al oído. Retumbo en mi cabeza como martillo neumático.
Abrí los ojos lentamente, éstos poco a poco se adaptaron a luz y a ese feo rostro, Cameron me miraba con una sonrisa burlona en el rostro.
-¿Qué demo...? –no termine la pregunta. Cameron soltó una carcajada que me provoco asco. De golpe me levante y corrí al baño.
Abrazado al ídolo de porcelana, lo voltee a ver.
-¿Qué tal la borrachera de ayer? No quisiste ir conmigo a ver a esas preciosuras bailar, pero si te largaste con no se quien a ponerte hasta las chanclas, ¿no? –sonaba como una novia molesta. Si fuera Serena no tendría problema alguno, pero se trataba de mi molesto único mejor amigo. Ahí si que ya tenía un problema.
-No eres mi novio –le dije, aun abrazado a mi amigo blanco.
-Eso es verdad, pero dado que no te conozco una novia, empiezo a dudar de ti, hermano. No me salgas mariposa por favor –sonó aun más burlón.
-No tienes tanta sue… -no termine mi sagaz contestación, de nuevo mis jugos gástricos salieron a relucir.
-Para todo esto, ¿Qué jodidos haces en mi casa? –limpie mi boca con el dorso de mi mano, que asco.
-Tu casera me dejo entrar.
-Ah.
Doña “Chismosa-me-meto-donde-no-me-llaman”, mejor conocida como Doña Mary. Claro, debí suponerlo. Esa señora era insoportable. Cada día que llegaba y no era lo suficientemente silencioso para subir las escaleras, me acosaba con sus preguntas, con sus pláticas sin sentido, con como mejorar a la fuerza policiaca. Era insufrible. De no ser porque estaba prohibido meterla a la cárcel sin razón alguna, esa mujer ya estaría tras las rejas y el edificio entero me lo agradecería.

-Es una mujer adorable, ¿sabes? –comento Cameron.
-¿Adorable, dices? Es una entrometida, se mete donde no la llaman –bufe, me puse de pie. Lavaría mi boca, el sabor a… ya saben, lo traía en mi boca. Nada agradable.
-Claro. Es toda una monada –bien, ahora sonaba como una señora que jugaba Canasta y Bingo por las tardes –, con decirte que me dijo que tu hermana –eso de Hermana, no sonó nada bien –viene y llora cada par de días o semanas y tu… bueno, tu y ella son muy unidos. Mucho muy unidos. Tan unidos, que… tú sabes.
-No, no se… -intente sonar despreocupado. Dudaba que Doña Metiche, se haya guardado algo de mi vida personal para la posteridad.
-Venga hombre. Soy tu mejor amigo, no puedes ocultarme ese tipo de cosas –estaba recostado en mi cama como si nada.
-¿Qué tipo de cosas? –lo mire desde el marco de la puerta.
-Que ella no es tu hermana…

Lo había descubierto. Ahora estaba metido en un gran lío. Respira hombre, respira. Para algo servirá eso de ser detective. Algo tendré que inventarme.
-¿Por qué dices eso? –Si le daba la vuelta quizás, él me daba la respuesta a mi mentira.
-Pues porque la señora dice, es una mujer sumamente inteligente –metiche diría yo – sabe de todos en el edificio. Y sabe, que Serena, no es tu hermana, digo, ni se parecen.
-No necesariamente tenemos que ser como gemelos –razone.
-Tienes razón –rasco su barbilla. –Es tu media hermana, claro eso según la Señora Spencer.
-¿La señora Spencer?
-Doña Mary –contesto.
-Oh, bueno si, es…
-Tu media hermana, ¡lo sabia! –grito como si hubiera descubierto la cura para el cáncer. Mi alma suspiro. –Y por eso la abrazas de esa forma… -ahora sonaba acusador.
-¿De qué forma? –pregunte con temor.
-Según Doña Mary, tus manos rodean su cintura de una forma no muy fraternal, yo diría que de una forma… ¿Cuál era la palabra? Carnal. Si, de deseo carnal. Citare a la Señora Spencer: “Ese chico, tu amigo, Eric, es visitado por una niña muy linda por cierto, pero para mi que son más que solo familia… ahí hay algo que solo amor fraternal, quizá me atrevo a decir, deseo carnal es lo que hay entre esos dos” –imito tan perfectamente el sonido chillón de la voz de aquella mujer que el pelo de la nuca se me erizo.
-¡¿Qué?! –grite. Ahora si ya estaba con la soga en el cuello.
-Lo se, es tan perverso. Iugh. Imagina que te metes con tu hermana. Dios, eso es tan bajo. Dime que no te metes con tu hermana, aunque sea tu media hermana. Pensándolo bien… -volvía a ser el mismo Cameron de antes, el lujurioso y pervertido. Ya no sonaba como mi vecina metiche. –Si mi hermana, mejor dicho, media hermana, fuera como Serena. Uf, asco me da pensar que haría con ella.

Su tono de voz me hirvió la sangre.
-Deja en paz a Serena.
-Hey, como tu mejor amigo, tengo derecho a una oportunidad con ella. Soy un hombre de bien, tengo un empleo, un departamento, un auto, soy atractivo…
-Ni lo pienses.
-Como sea… la defiendes porque es tu hermana, lo entiendo –Se bajo de mi cama, tomo sus cosas. –Me largo, nos vemos después. Me saludas a Doña Mary…
-Ajá…

Camino fuera de mi habitación, después sonó un portazo. Me tumbe en la cama esperanzado con que el dolor que punzaba mi cabeza se fuera. Cerré los ojos.

**

La silueta de alguien que se me hacia familiar se meneaba frente a mi. El tren estaba hasta el copete. Entramos a los bajones entre empujones y pisotones.
-Auh, auh, hey, tenga cuidado ese era mi pie –una voz que reconocí al instante me hizo mirar ligeramente hacia abajo.
Era ella, la chica que me agrieto el auto y la culpable de que estuviera usando este apretado medio de transporte. No pude evitarlo y sonreí.
-Agh –volteo los ojos.
Quiso alejarse de mi cuerpo, bendito Dios, no lo logro, el vagón estaba lleno y su cuerpo quedo tan pegado al mío que podía sentir sus senos en mi pecho. Eso era sublime. Totalmente excitante. No, Eric, contrólate, si empiezas a tensarte, ella y todos los demás lo notaran. Mire para otro lado.

Las personas fueron bajando poco a poco. Su cuerpo se alejo del mío, no sirvió de mucho. Estando lo suficientemente lejos logre ver su hermosa figura. Llevaba una falda de mezclilla, acompañada de unos Chuck Taylor viejos, una blusa de tirantes y su cabello en una coleta alborotada. Hermosa, en una palabra. La mire casi babeando.
Bajo en cuanto las puertas se abrieron, no pude si quiera hablarle, me pegue a la ventana de la puerta. Ella volteo y sonrío maliciosa. Señalo la parte media de su cuerpo y después me señalo con el dedo. Baje la mirada y… Maldición, estaba totalmente “Despierto”. Como pude me cubrí. Llegue a la estación con un rubor nada típico de mi persona.


**


Sonreí como idiota al recordarla. Deje que mis memorias me abrazaran y me perdí en mis fantasías una vez más sin ella.

3 comentarios:

Ale de Moesia dijo...

Beu!!! aaaaa Cumpliste!! =D Amor me encanto el capi!! lo espere aaaa y mi espera obtuvo su recompensa!!! jojojo entre tragos se le salio toda su historia xD q se me hace q su jefe quiso enterarse del chisme en mal pedo ¬_¬ jojojo y ese Cameron mi dios jaja xD la doña mary!! vieja chismosa!! xD me ha encantado y sus Flshback!! mi dios asi tengo a menudo xD jojojo si io me encontrara a Eric en el metro no me importaria!!! *O*

Besos mi beu!!


Ai lob iu!!!

ia quiero el siguiente!!! xD

Suerte!!

Isabella Macouzet dijo...

Esta super, pero el jefe es un chismoso ¿a el que? bueno y serena, a ella la odio porque hace sufrir a Erick.

es super mala porque hasta siguio la mentira y me quedo la duda de porque Erick no quiso que le diera sexo oral en el otro capi, cuando se estaban bañando.

Bueno, me pasare cuando tengas nuevo capi mi Beu, un beso

Emilia Silva dijo...

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Catherine

Las chicas del Té de Lemmon

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