septiembre 24, 2010

Estreno: Maldita delicia. Capitulo I - Luna Phellan -

1. Amigas

Luna Phellan

Mis amigas son lo más importante para mí. Haría lo que fuera por ellas y puedo decir que ellas lo harían por mí. No se que haría sin ellas, mi vida simplemente seria aburrida. No habría esos viernes de chicas o mejor dicho los viernes sociales, donde nos divertimos bebiendo un par de cervezas o si queremos ponerlos muy contentas un poco de whisky acompaña nuestras charlas subidas de tono. Las pláticas con ellas son lo que disfruto más. No hay momento en el que no fantaseemos con los hombres que desfilan a nuestro alrededor. Simplemente son geniales.

Agradezco cada uno de sus buenos consejos, aunque yo muchas veces no los ponga en practica, los almaceno para el momento adecuado. Como aquella vez, donde su consejo si lo tuve que tomar, no es que me hayan amenazado con un arma ni nada. Esa vez si que fue útil. Había sido la cita más loca que hubiese tenido alguna vez. El sexo, solo fue sexo… Bueno, muy bueno.

>>
-Dale lo que te pide, Lu. Ya no eres una niñita. Además hay que darle placer al cuerpo – Jennifer alzaba su barbilla orgullosa de su acertado comentario.
-No se… - dudaba. No negare que me encantaban los hombres. Digo, por algo pisaron el mundo. Pero soy de esas chicas que si sentían mariposillas en la panza, entonces era el chico adecuado, no el ideal, pero si el adecuado para darle placer al cuerpo.
-Oh vamos, Lu – se quejo Emily de mis dudas mentales. –Tú quieres, él quiere. Son adultos. Puedes echarte un rico polvo con el hombre, que si me preguntas, esta como Dios me lo receto… - después de eso comenzó a divagar, diciendo que tenia un rico trasero duro y firme, justo el tipo de trasero que le gustaba acariciar mientras se venia. ¡Dios! Demasiada información.
-Vale, vale… Detente. No necesito saber como es que te gusta que te lo hagan – reclamo Renata, cubriéndose el rostro con las manos.

Ella era lo más parecido a mi alma gemela. Éramos tan perecidas, no físicamente, pero si en nuestra forma de actuar, que bromeábamos en ser nuestra mitad de la naranja faltante.
-Uy. Pues a mi me gusta de esa forma Reni, no se tu, pero el sexo duro y fuerte es mi estilo – de nuevo Emily canturreaba a voz viva sus intimidades sexuales. Las personas en la cafetería nos miraban de reojo.
Renata y yo solo atinamos a mirarnos fugazmente, conteniendo una carcajada.
>>

De ese consejo ya habían pasado cerca de 3 semanas, nos encontrábamos en la misma cafetería que ahora, cerca de Central Park, todas con un frappe, como ahora. En una tarde nebulosa de Otoño.
-Bueno chicas, esta muñeca se cambia de aparador – Jennifer se ponía de pie, agitando su melena larga y negra. –Las veo más tarde, ¿vale? Es viernes social, ¿recuerdan?
-Oh si, si… nos vemos en el Centro a las 9 ¿eh? Y nada de excusas de que tienen trabajo y no se que estupideces más – nos reprendió Emily.

Con esas advertencias en sus miradas no había manera de zafarnos. Lo decía por Renata y por mí. En fin… una noche de alcohol corriendo feliz por mis venas no me vendría mal. La semana había sido pesada, un par de entregas, peleas por teléfono de seguros que no quería, de cualquier forma estaba asegurada por mi trabajo. El cual no era peligroso: era fotógrafa. Pronto subiría de puesto y tomaría fotografías de modelos anoréxicas… Bien, de algo tenia que comer, ¿no? Emily y yo habíamos invertido en un pequeño barcillo bohemio cerca de Manhattan. Poco a poco se ganaba fama y nosotras ganábamos dinero, lo cual era bueno para las dos.

-Perfecto, las vemos ahí – Emily también se puso de pie, coloco su bolso en un hombro y desfilo con elegancia detrás de Jennifer.
-Esas dos nos sacaran canas verdes – se lamento Renata. Hundió la cabeza entre sus manos y se removió el cabello.
-¿Mucho trabajo?
-Si, odio los números – hablo detrás de sus manos.

Renata era una contable con alma de músico. Llevaba el ritmo en la sangre. Nos entendíamos aunque no habláramos. Yo deje caer mi cabeza sobre la pila de carpetas con fotografías de modelos que tenia que revisar. Algunos retoques por aquí y por allá y quedaban listas.
-Bueno, quizá hoy nos divirtamos, ¿ah? –aventure.
-Ojala… estoy tan cansada.

Pasaban de las 5 de la tarde, ambas ya habíamos terminado la jornada de trabajo. Entendía como es que Renata quería pasar la tarde o el fin de semana completo tumbada en la cama. Viendo películas de miedo o quizá durmiendo, como nuestro cuerpo reclamaba. Pero negarnos a una salida con las chicas era como atarse una soga al cuello. Peligroso.

Como aquella vez en la que argumente no poder ir el vienes a un bar-karaoke. Les había mentido acerca de mis montones de fotografías por tomar. En mi departamento tenia una habitación exclusivamente para tomar fotos, un pequeño estudio podría decirse. En vez de tener una sesión fotográfica, iba a tener una sesión de sexo sin límites con un antiguo algo de la preparatoria. Evan.

Tan solo de recordar su nombre los vellos de mis brazos se enchinaban.
Evan era un tipo guapísimo, con unos ojos claros que resaltaban sobre su piel bronceada y esa barba de días que me volvía una loca por completo. Nos habíamos cruzado en una tienda de autoservicio, yo llevaba un six de cervezas mientras que él llevaba una botella de vodka, ambos sonreímos y de inmediato supimos a donde acabarían esas miradas: mi cama. Envueltos en sudor, jadeos y mordidas por mi parte. Tener a Evan entre mis piernas era una experiencia abrumadora. Deliciosa.

Evan reclamaba la posesión de mi cuerpo sobre la cama de mi habitación, cuando de la nada 3 pares de ojos irrumpían mi acto de placer sexual.
-¡Dios! – grite y empuje a Evan para cubrirme con la sabana morada que mi cama vestía esa noche.
-¡Lunática! – gritaron Emily y Jennifer mirando de arriba a abajo a Evan, que aun seguía desnudo, su pecho musculoso con ligero vello oscuro seguro les dilato las pupilas y algo más entre sus piernas.
-¡Largo de aquí! – grite.

Desde ese día no creían más en mis excusas de los viernes acerca del trabajo. Mala idea era ahora decirles que quería tumbarme en mi cama solo para dormir. Ahora si era solo para dormir.


Continuara...

6 comentarios:

αṉģÿÿ dijo...

¡Hola! me gusta mucho tu blog.¿quieres afiliar, te sigo y me sigues? (mi blog es en ingles pero ay traductores en el pagina) si te animas avisame y me dejes el url de tu blog para poder encontrarte.

http://checktheseblueskiesout.blogspot.com

Ale de Moesia dijo...

Que decirte eh!! me encanta!! io lei la primicia pero aca le has añadido dios mio!! Evan!! me emociono!! amo a ese sujeto!!! =D me encanta esa Luna y Ren hacen una excelente mancuerna!! te amo mi beu ahora leere a Ren dios mio quiero mas!!!! jajaja ahora si que la agarraron de a fotografa? jajaja mis cosas xD

Ada Parthenopaeus dijo...

moris cuando actulices me avisas zas me encanta la idea son relaista nada de santurronas en fin lob iu

Teles dijo...

Ahhhhhhhhhh!!!! Beu!!!! Aquí estoy al fin!!! Voy a devorar tu historia!!! Ñam!!!
Me encantan esas charlas de amigas! Sííii! Ya conozco a Luna, ahora voy a por la siguiente!
Besos
T.

VioletaHerondale dijo...

Un pequeño pajarito spoileador me trajo hasta aquí y aunque se que cierto personaje aparecerá hasta la tercera temporada quiero devorar esta delicia :) te loveo mi Beu

Violet dijo...

mmmmhhh!! yo necesito un Evan...

Las chicas del Té de Lemmon

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...