febrero 16, 2011

Maldita delicia. Capitulo XVII

Porque soy jodidamente feliz. Y todo se lo debo a mi Cricri. ¡Que carne! ¡Que hombres! ¡Carne de primera calidad! Sin duda jaja

Y solo porque me hizo feliz, les adelanto el nuevo capitulo de Maldita delicia. Tenia pensado en subirlo el viernes, pero soy muy feliz! =) Te amo mi Ale, y never de los nevers de lemmon olvides que eres importante apra mi. Tan importante que si un dia no parlo contigo por el mensajero me siento incompleta! Siempre seras mi Imps, mi Mita', mi Cricri, mi hermana, mi TODO.


Las quiero a todas por leerme ;) Espero les guste el capi y una disculpa por hacerlas esperar :) Cuidence y enjoy! ^^







17. Perdonar y ser perdonado

Emily Wildest

-Despertar entre tus brazos fue mejor de lo que imagine – soltó Patrick frente a mi escritorio.
Tenía la mirada sobre un par de reportes de mis alumnos. Me sonroje sin poder evitarlo.
No lo escuche, pero de pronto él estaba detrás de mi, besando mi cuello. Bajo los tirantes de mi blusa y beso mis hombros, bajando peligrosamente las manos a mis pechos. Gemí.
-Me encanta ese sonido – Susurro en mi nuca.
-Patrick… Alguien podría entrar.

¿Qué? Ahora mi lado tímido salía a relucir. Algo mal andaba conmigo.

-¿Y?
-¡¡¿Y?!! Pueden vernos – chille.
-Pensé que te gustaban las emociones fuertes…
Sonreí.
Si me gustaban, pero no quería… Ok, ya una vez lo hice aquí con Dorian. ¿Qué podía pasar ahora?
Me levante de mi asiento y jale a Patrick de la corbata para acercarlo a mí. Él me subió al escritorio. Acaricio mis muslos, y subió la falda a mi cintura.
-Eres deliciosa… - Sus dedos rozaban mis piernas y poco a poco fueron adentrándose a la unión de mis piernas. Gritaría en cualquier momento.
-Oh, Pat – jadee. Sus dedos acarician la zona más intima de mi cuerpo.
-Estas lista para mi…
El tipo era muy observador. Abrí su pantalón y acaricie su hombría para frotarla con rudeza. Jadeo y …

-¡¡Profesora Wildest!! – aporrearon la puerta.
Patrick gruño molesto y yo… yo solo me acomode la ropa. Baje de un salto de mi escritorio mientras Patrick volvía a su lugar y acomodaba sus pantalones. Pobre. Lo bueno de ser chica era que ocultabas tu excitación debajo de la ropa interior. Ellos… bueno, ellos necesitaban algo más que una ducha fría.
-Adelante… - me senté en mi silla.
-Hola profesora Wildest. Oh… Hola Sr. Snyder… - sonrió nerviosa y sus libros cayeron al piso.
Otra chiquilla más enamorada de Patrick. Nada nuevo.
-¿Qué tal Ale? – salude mientras la chica tomaba sus libros roja como tomate. Pobre.
-Yo… venia a ver a la profesora Wildest, por lo de un trabajo… - balbuceo perdiéndose en la mirada de Patrick. Típico.
-¿Oh si? Bueno Alejandría, ¿Cuál era el problema?
-¿Perdón? – por fin me miraba. –Oh si… bueno, quería saber si lo quería en primera persona o en tercera persona…
Les había pedido un relato sobre la libertad y el libertinaje. Ya saben… Una tiene que ver como piensan los chicos.
-Bueno, Ale… es tu decisión como empezar el relato. Sorpréndeme.
Alejandrina era una de mis estudiantes más destacadas. Tenia buena ideas y las planteaba en clase sin vergüenza. Seguro que cuando creciera seria como mis amigas, incluso como yo. Además de que escribía muy bien, siempre quedaba sorprendida por sus historias. Tenía una imaginación sorprendente.
-Bien, gracias. Hasta luego – salio con rapidez del cubículo.
-Traes de cabeza a media universidad. Incluso los hombres te encuentran atractivo.
-Gracias, creo – sonrió. –Pero yo no soy Jack Twist para verlos atractivos a ellos. Solo te encuentro atractiva a ti y solo a ti.
-Ok – baje la mirada de nuevo.
Ya ni recuerdo que demonios hacia antes de que Patrick me tomara de la cadera y comenzara a besarme. Él tenia algo que me hacia olvidar todo, todo.
Era lindo, guapo, inteligente. Y amanecer entre sus brazos… fue… Mmmh.

>>





Abrí los ojos. La luz del día, quizá del medio día me hacia entornar los ojos. Patrick yacía sobre mi cama, con las sabanas revueltas sobre su cadera. Una visión como pocas. Sus músculos definidos atormentaban mi cabeza. Su piel bronceada me invitaba a pasar los dedos sobre su piel. No se como definirlo, pero me sentí como una adolescente de nuevo.
No sabía bien que era. Si era él, o algo más lo que me hacia sentir… contenta de nuevo. Las lágrimas se habían ido de mi cuerpo ya hace siglos. Él venia a poner las cosas en su lugar, a acomodar las cosas. Podía sentirlo en mi interior. Podía sentir como algo mejor, algo que me haría sonreír siempre que se acercaba.
Patrick abrió los ojos.
-Sabias que es de mala educación mirar – torció los labios en una mueca sensual.
-Lo siento, yo… pensé que te… Hola – No termine lo que le diría, que seguro seria que pensaba que se iría al amanecer.
-Hola. ¿Estas bien? Luces cansada…
-Eso por tu culpa – alce una ceja.
-Puedo compensarte… - Jalo mi cuello y me atrajo a sus labios.
Besando con fiereza.
Olvídense de los malos alientos, este tipo sabia a gloria. Mi cuerpo se calentó en el acto y me monte a él, uniéndonos de una buena vez.





>>

Para que recordar esos momentos tan calientes… Más aquí, dentro de la Universidad. Lo mejor era alejarme de él. Si… porque sino, tendría que montarlo de nuevo y hacerlo gritar mi nombre como esa mañana.
Despeje mi mente con un poco de agua. Tenia que dejar de pensar en sus deliciosos movimientos, en sus labios de infarto y en sus ojos tiernos y profundos.

-Toc, toc.
-Adelante… - esta vez fue Patrick el que invito a quien quiera que estuviera fuera del cubículo.
-¡Patrick! – Una chica de cabello castaño rojizo se arrojo a los brazos de Patrick.
Quisiera decir que no son celos los que ahora siento. Pero es imposible. La chica era preciosa. Estatura promedio, cabello a la altura de los hombros, delgada.
Oh mierda… Mi estomago dio un vuelco. ¿Por qué me pasaba esto a mí?
Salí en silencio del cubículo.
Quizá no debería sentirme así, ya que yo era una chica nueva. Solo que Patrick en serio que me gustaba. Incluso pensé ir en serio con él, ser exclusivos. Ahora sabía que él no pensaba igual. Suspire.
Camine a la cafetería, fuera del campus. Iba tan aprisa que choque con un par de estudiantes.
-Un expreso – casi le grite al tipo que atendía la cafetería.
Me miro ceñudo pero después sonrió.
Esto me sobrepasaba. Era raro, muy raro sentirme así. Así por él. Por Patrick. Venga, ¿Cuánto tiempo hacia que lo conocía? Un mes, 3 semanas, quizá menos, quizá más.
El café sabía a los mil demonios. ¿Qué se supone que haría ahora? ¿Hacer como sino me importara? ¿Sonreír a la par de aquella chica? No, no creía poder.
-¡Emily! Hola… - Era Dorian. Se sentó junto a mí. -¿Estas bien? – tomo mi mentón y acaricio mi mejilla.
-Hola, Dorian… Si, estoy algo cansada, creo que me duele la cabeza.
-Temporada de exámenes y Día de Brujas, ¿ah?
-No lo repitas. Odio este mes… - lamente.
No solo el mes, sino las preparaciones. Detestaba escuchar sus planes Universitarios. O más que odio era nostalgia. Extrañaba esas fiestas. Extrañaba poder disfrazarme de conejita sexy, de porrista muerta sexy, de enfermera zombie sexy… Sonreí al recordarlo.
-El que solo se ríe de sus maldades se acuerda – comento Dorian.
-No, solo… Bueno, recordé cuando mis amigas y yo planeábamos alguna fiesta de Día de brujas, y los disfraces y todo eso. Como los chicos ahora.
-Si… - suspiro. –Adoraba esas fiestas… - miro a la nada con nostalgia.
-Le haremos una fiesta a Jennifer en León, es para el día de brujas. ¿Quieres ir?
-Seria fantástico. Gracias.
-Disfraz obligatorio – sentencie.
-Wow. Que bien… podre sacar mi disfraz de Flash Gordon… - decía divertido.
-Espero que estés bromeando. ¿Tu, de Flash Gordon? – alce una ceja.
Lo cierto era que me imaginaba a Dorian como un vampiro letal, quizá como un Batman, pero de rojo… No, a él no le iba el rojo.
-Si, estoy bromeando. Bueno, Emily, tengo que patear un par de traseros. La temporada de futbol empezó, y hay varios chicos que merecen un poco de mis gritos. Nos vemos – se puso de pie.
-Dor… ¿Quieres ir…? Olvídalo.
-¿Un café?
-Solo quería saber si quieres ir al cine conmigo.
-El cine, ¿ah? ¿Cuál veremos? ¿Toy Story 3? – soltó divertido.
Si, Toy Story 3. Esa película nos sirvió para besarnos en la oscuridad. Para sentir las manos de Dorian sobre la tela de mi ropa. No se como no nos corrieron de ese lugar. Y menos mal que Luna no sabia eso, sino…
Ya podía escuchar sus reclamos: “Las salas de cine son para eso, para ver películas, no para ir a manosearse con tu peor es nada. No entiendo como es que la gente acude a la oscuridad de las salas de cine a eso. Podían gastar ese dinero para irse a algún hotelucho barato”. Si… eso sin duda seria lo que diría.
-Bueno, prometo mantener las manos quietas.
-Se que no puedes prometer eso. Mejor te veo a la salida, y comemos en mi casa. ¿Te parece? Yo cocino.
-Mejor aun…
-Perfecto. Nos vemos más tarde, linda – alzo la mano despidiéndose.
Perdí la mirada en el trasero de Dorian. Que bien le lucían los jeans. Aunque no se veía nada mal en traje negro y corbata. O en sus pantalones de algodón para deportes. O mejor aun… en esos pantalones cortos.

Regrese a mi oficinita después de tirar mi café expreso al cesto de basura, esa cochinada sabia a los mil infiernos.
Por los pasillos mis alumnos parloteaban contentos, algunos incluso me saludaron. Solo les sonreía, hoy no tenia ganas de charlar con ellos. Si tuviera 10 años menos seguramente les guiñaría el ojo, para atraerlos a mi trampa y después de un par de copas…
Ok , no.
Olvidemos los cortejos y los acostones con mis alumnos. Venga, solo tienen 4 años menos que Rens y Luna. ¡Caray! Solo 4 años menos. Esas dos niñas, tenían demasiada suerte y tantas ganas de trabajar que daban asco. Es en serio. Ellas persiguieron sus sueños. Rens quería ser contadora, y Luna fotógrafa. Y aunque en el interior, Rens tenia alma de músico, le gustaba su trabajo o eso parecía. Al menos no lucia cansada, demacrada o malhumorada. Luna, por su parte, se la vivía en el trabajo, esa Editorial bien podría ser su segundo hogar. Pero para mi que algo más que tomar fotografías era lo que la motivaba en su trabajo. Metería las manos al fuego y diría con mucha seguridad que el hijo de su jefa, el tal Tristan, motivaba a mi Luna. Si, seguro que si; yo no naci ayer. Ahora, pasando a Jennifer. Ella ahora estaba más que feliz. Empezando por Rosty, ese tipo la tenía en un pedestal, y me alegraba mucho por ella. Francamente fue un alivio que ella dejara de perseguir y de vivir en su asqueroso pasado. Atrapada con Carter, la mierda de novio que tenia. Lo conoció en la preparatoria o una cosa así. El tipo le bajo el cielo, la luna y las estrellas, típico, y después derrumbo los castillos de aire y arena que Jennifer construyo.
Mi pobre amiga, había sufrido por él, demasiado. Sabía que ella lo amaba, y muy en el fondo lo seguía amando aun sabiendo que él la había dejado por otra. Por una zorra, que el muy desgraciado negaba. Y decía con toda seguridad que era solo su amiga. Si, claro. Solo su amiga. Y yo me chupo el dedo, ¿no? El muy bastardo ahora estaba sufriendo, y no era que me alegrara… Ok, si me alegraba, porque se merecía eso y más. Jennifer siempre tenía una sonrisa, aun después de saber de la muerte de su madre. Y que bueno que dejo de interesarse en el tal Andy; yo no lo conocía, pero según Luna y Jennifer el tipo estaba demasiado bueno para ser verdad.

-Emily… - Me detuve en el pasillo. Era Patrick, su voz era inconfundible. -¿Dónde estuviste?
-Por ahí – respondí sin darle mucha importancia.
-Oh, ya veo – se rasco la nuca. –Bien, nos vemos después – sonrió muy poquito y lo vi alejarse con rápidos pasos por el pasillo.

¿Qué demonios le importaba donde estuve? ¡Él estaba con esa chica! Con esa hermosa chica. Joder.

Despeje las ideas, en donde él besaba a la chica sobre mi escritorio. Me convertiría en dragón y le sacaría las tripas a la fulana. ¡Grrr!

No, momento, ¿Qué demonios me pasaba? Patrick y yo, bueno, no había un Patrick y yo. No. Solo fue una loca noche de sexo en mi departamento, donde él, después de hacerme el sexo matutino más delicioso, preparo el desayuno, y entre juegos que llevaban jarabe de Maple sobre la piel…¡Basta! Emily… reacciona mujer.

Me tumbe en mi silla, detrás de la cortina de cabello rojo cerré los ojos, relajándome o intentado hacerlo. Dejando de pensar en la fulana hermosa que se había colgado del cuello de mi compañero de oficina. Aproximadamente una hora después, Patrick regreso de quien sabe donde, con un beso rojo pintado sobre la mejilla izquierda. Intente no rugir. Me relaje y mordí mi lengua toda la tarde. Di un par de clases. Al menos Dorian me distraería un poco.

-Hey, hola Emi – saludo al asomar su cabeza por la puerta. No dejo siquiera que Patrick le permitiera la entrada.
-¿Puedo ayudarte? – inquirió Patrick con la voz gruesa, nada amigable.
-Tu no, amigo. Emi, ¿lista? – entro por completo a la oficina.
-Lista… - tome mi abrigo y mi bolso, apague mi ordenador y tome su mano. –Nos vemos después Sr. Snyder.
-Hasta luego, Profesora Wildest – respondió Patrick.
¿O era mi imaginación o Patrick tenia el semblante oscuro?
Nah, seguro que lo imagine. Sonreí antes de salir. Uf, al menos no estaría cerca de él. Y así, él no podría ofrecerse a llevarme a mi casa, y después sucedería lo que iba a suceder con Dorian.

Salimos al estacionamiento. Dorian parloteaba contento sobre su partido con los chicos, en la Universidad de los Ángeles.
-Emily… -Logan – jadee.
De nuevo los recuerdos me azotaron. -¿Qué haces aquí?-Necesito verte. ¿Podemos hablar… a solas? – miro a Dorian.-No…-Solo unos minutos… - pidió. Ahora era su turno de rogar. Bien podía hacerme la importante, dejar que me rogara. Pero los días en que me hacia la cosa más divina del mundo habían terminado. Terminaron cuando escuche mi nombre de su voz. De su ronca y sexy voz. -Bien. Dorian, adelántate. Te veré en tu casa…-Seguro – Dorian se alejo de ahí, y subió a su auto. -¿Qué es lo que quieres?-¿Podemos tomarnos un café?Asentí. Caminamos a la cafetería. Él pidió dos cafés. Un crema irlandesa para mi, aun lo recordaba. Para él uno negro sin azúcar. -Lamento… lamento haberme comportado como un patán, aquella vez en mi departamento. Lo siento… -Ajá… continua…Él sonrió. –Tuve que pedirle ayuda a un amigo… para saber donde trabajabas. Le debo un gran favor.
-Pudiste recurrir a Luna, como antes.
-No, no puedo.
-¿Por? – pregunte curiosa.-Cosas… - dijo sin más. Seguro se refería a su confesión. -Ok… ¿De qué querías hablar? – le di un sorbo a mi café. Delicioso.
-De… - bajo la mirada a su taza. Se quedo en silencio unos minutos. –No quiero hacerme a la idea de que te perdí para siempre – dijo.
Mi corazón, juro que mi corazón dejo de latir apenas escuche a Logan.
-¿Cómo? – tartamudee.
-Emily, te amo – me miro. Sus ojos oscuros me cautivaron como la primera vez. –Nunca deje de amarte, nunca. Fue un gran error no luchar por ti, te hubiera dado el tiempo que necesitaras, si no me hubiera vuelto huraño e insensible cuando me dejaste en el altar. Tenía miedo, y en el fondo te odie. Pero sabía que te amaba más que a mi propia vida. Más… mucho más que a Molly. Sé que fue un error intentar olvidarte con alguien más. Lastime a Molly y fue mi culpa que ella… - la voz se le quebró.
-Logan… - intente tranquilizarlo. ¿Cómo podría? Yo misma no podía ni creer lo que confesó. Lo que dijo. Lo que aun sentía por mí.
-Emily… mi hijo murió - Logan se soltó a llorar.
Me paralice. ¿Su hijo? Eso me cayó como agua fría, como si hubiera caído dentro de una laguna congelada.
-Estaba embarazada de 8 meses cuando tuvo el accidente. No solo la enterré a ella, sino a nuestro hijo… - Logan se meció el cabello. No puedo describir el dolor que expresaban sus ojos, su rostro. Él era un hombre roto, un hombre vacio. Perder a un hijo…
No podía imaginar la magnitud de ese dolor. Solo me acerque más a él, lo abrace.
-Lo siento… - susurre. Esperando que no me rechazara. No lo hizo.
-El niño vivió aun después de que Emily estuvo en coma. No había esperanzas para ella. Pero Anthony sobreviviría… o eso dijeron los doctores. Dios… - sollozo.
-Ya, ya Logan, no me cuentes nada… No quiero verte así – pedí limpiando las lagrimas de sus mejillas.
-Pero tengo que decírtelo, Emily… Volví… porque… porque quería que… conocieras a mi hijo. Pero él…
-Logan… Basta. No sigas…
-Emily, perdóname… perdóname… - repitió.
-No tengo nada que perdonarte… Yo soy la que debí rogar por tu perdón, fue mi culpa que perdieras a tu hijo, que perdieras a Molly…
-No. No digas eso – tomo mi rostro. Su tacto cálido me hizo derrumbarme sobre sus hombros.
-Jamás te he olvidado…
-Te amo – dijo. Beso mi cuello. Se sintió tan bien eso.
Perdonar y ser perdonado. Un peso menos sobre mi miserable alma. Se sentían tan bien los brazos fuertes de Logan rodeando mi espalda. Sentir su respiración sobre la piel desnuda de mis hombros. Sentir su barba raspando mis mejillas. Sentirlo mío de nuevo. Al menos… al menos no éramos un par de extraños en la ciudad.
Me dolía verlo deshecho. Un hijo, dicen, es lo más preciado del mundo, el tesoro más grande que un ser humano pueda poseer. Él lo había perdido. Y por mucho que él dijera que no había sido mi culpa que perdiera a los tesoros más preciados de su vida; si era mi culpa. Pero repondría ese error, o lo intentaría.
-Logan… - me separe del abrazo para mirar sus ojos.
-Dime – sonrió. Cálido, tierno. Como antes.
Como cuando le decía algo importante, algo que empezaba por ser una estupidez, pero que siempre terminaba siendo importante. Logan siempre decía que lo mío, lo que yo pensaba era importante para él. Siempre me tomo en cuenta. Aunque lo que pensara o sintiera fuera una simpleza o tontería. Él siempre me tomaba en serio.
-Te amo… - dije. Siempre lo ame, siempre. No deje de amarlo.
-No sabes lo feliz que me hace escucharlo…
Inclino su rostro. Unió sus labios con los míos.
Dios…
Extrañe tanto esto. El contacto de nuestros labios, de nuestras lenguas danzando, de su respiración profunda, pausada. De su cálido aliento, de sus pequeñas mordidas sobre mis labios, sus manos atrayendo mi rostro al de él. Los susurros picaros contra mis labios cuando me besaba. Lo extrañe tanto. Tanto…

4 comentarios:

Ale de Moesia dijo...

Mis dioses!!! que capitulo!!! haces que sea una ninfomana!! xD Patrick me puede...Logan tambien por que Dorian es de mi Edwarda xD ame el capi hasta me lo he terminado bien de leer aaaaa esa chica ale toda calenturienta con el profe xD me es familiar!!! xD jajaja te amooo gracias por la dedicatoria me haces feliz me haces sentir aaa casi lloro sabes que significas muchisisisisimo para mi!!! eres mi mitad, mi sensei mi mejor amiga, mi complemento, mas alla de mi hermana eres mucho para mi!!! TE AMO mi BEU!! y siempre lo hare esa es la verdad veridica xD y dios!!! Emily y Logan mis dioses!! ojala se arreglen, pero y Dorian?? jajaja ia daselo a Ada xD y a Patrick a Ale, despues le das tambien a esa chica a Lex a JAred, a Will y a el chico nuevo xD no creo que Renata se enoje xD ia extrañaba leerte amore!!! escribes aaaa genial!!! ah y Luna y Chuck quiero saber... eha eha y tristan y Evan dios!!! ah y la Rens!! xD nos pasa lo mismo xD nadie cree q en vdd seamos contadoras... dicen que nos ven de otra cosa jajaja xD te amo mi beu que capi dios!!!
Suerte!!
Besos!!!
XAu!!
PD: Soy una Adicta!!! Te amooo amore!! :D

Karla Medina dijo...

wooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo,, estuvo super genial BAMH muy bueno el capitulo, pobre Logan que perdio a su hijo u.u eso estuvo triste awwwwwwwww, pero quien es la chica que se quedo con Patrick, ademas ya quiero saber que paso con Luna y Chuck esa paareja me encanta, ya quiero leer el otro, en verdad estuvo genial.

Ada Parthenopaeus dijo...

que suertuda la Ale... yo quieor jaajaj dIOOOS QUE COSSA MAS EXCITANTE Y diooos
Emmm SI QUE ESTA MAS ATAREADA CON ELLOS.... Dioos quede con el corazon en la boca y Diiiis... lo amooo amo tanto este fic... gracias por compartir con nostras esta hostoria

VioletaHerondale dijo...

Quien es la de Patrick? D: no me esperaba eso!
Y luego Dorian! pff cómo lo extrañaba!

Y Logan! dioses! sigo xD

Las chicas del Té de Lemmon

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