mayo 27, 2011

Maldita delicia, segunda temporada. Capitulo VIII

Viernesito rico. Con muchos deberes escolares para mi :( Mucho que hacer en tan poco tiempo. Oh Dios, pobre de mi. Pero ustedes tienen suerte, ya tienen aqui el capitulo 8 de Maldita Delicia, segunda temporada. La fiesta llego a su fin, pero se descubriran un poco de secretillos :3 Ya se que les encanta el chisme XD -risas-. Disfruten del capitulo, espero sus comentarios y buen fin de semana :D





8. Flores, sangre y baile

-No he desaparecido.
-¡Jennifer! – las tres chicas se lanzaron a abrazarla. Aliviadas por verla sana y salva.
De pronto todos gritaron:

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!


Jennifer dio un brinco por el ruido y la sorpresa. Evito las lágrimas y abrazo más fuerte a sus amigas.
-¿Dónde estabas? – cuestiono Emily, algo molesta pero aliviada.
-Después les cuento – sonrió. –Él es Andrew… - presento al adonis que estaba detrás de ella.
Las chicas asintieron.
-Él… - Jennifer tomo aire. –Después les cuento, ¿sí?
-Seguro – Emily acaricio su brazo. -¡Que comience la fiesta! – grito.

Todas se divertían y bailaban al ritmo del DJ y de la banda del hermano de Luna.
Renata jadeo cuando vio a Jared tocar la guitarra sobre el escenario. No sabía que aun mantuviera contacto con Jack. Pero no podía dejar de mirar el escenario.
Evan estaba ceñudo y serio desde su mesa cuando vio entrar a Jensen, y no logro ocultar su desagrado soltando un gruñido. Eric lo detuvo, Evan estaba a punto de ponerse de pie y terminar la pelea que habían empezado semanas atrás.
Jensen intento por todos los medios acercarse a Luna, pero a cualquier oportunidad Chuck aparecía, o aun peor, Evan. Luna estaba tan contenta que no se había percatado de la presencia de Jensen. ¿Quién diablos lo había invitado?
Luna se acercó a la barra y pidió una cerveza oscura.
-Luna…
-Oh, Jensen… Hola… - lo miro entrecerrando sus ojos grises. -¿Qué demonios haces aquí? – pregunto finalmente.


Jensen oculto una sonrisa. Luna siempre era tan directa.
-Un amigo me invito…
-¿Un amigo? – alzo la ceja. -¿Qué amigo?
-El tipo que toca la guitarra con tu hermano – Jensen miro al escenario.
-Jared…
-Sí, ¿lo conoces?
-No mucho… ¿Cómo es que tu…?
-Cuando estuve lejos… Lo conocí. – respondió sin muchas ganas.
-Secretos, secretos…
-Luna – Jensen la miro serio.
-No tienes que explicarme nada. Conoces a Jared y punto.
Jensen bajo la mirada. No estaba listo para confesarse. No a sabiendas que la había lastimado y que de ante mano sabía que ella no quería nada con él. No, a menos que le dijera la verdad. Pero era un cobarde. Uno muy grande.
-Luna… - tomo la mano de la chica. Y a pesar de tener sus guantes de vinil, el tibio toque la estremeció. Jensen, aunque ella lo detestara, movía su mundo… aun.
-Tengo que…
-¡Luna!
-¡Tristan!
Jensen gruño al ver al tipo de cabello largo abrazar a Luna. Choco los dientes.
-¿Quién es tu amigo? – cuestiono molesto, Jensen.
-Nadie que te importe – cortó Luna y se llevó a Tristan de ahí. Aliviada de poder zafarse de él de una buena vez.
-¿El tipo te estaba molestando? – Tristan miro en dirección a Jensen a través de su máscara.
-No, era un…
-Ya, - sonrió acariciando su mejilla – no tienes que explicarme nada si no quieres.
-Gracias, es un asunto… espinoso – uso la misma palabra que Tristan para definir sus problemas.
Tristan asintió.
-Por cierto, déjame decirte que luces preciosa – se alejó un paso para apreciar por completo el disfraz de Luna. Sintió un tirón debajo de sus pantalones negros. Respiro profundo y sonrió.
-Gracias, mi amiga Jennifer lo hizo…
-Oh, la festejada también dio regalos – comento divertido.
-Algo así…


Jennifer miraba todo el bar. Había mucha gente y todos se divertían. Unos eran amigos de sus amigos. Otros simplemente eran desconocidos, pero poco le importaba. No quería que sus amigas perdieran dinero cerrando toda una noche el bar, así que les sugirió que esta noche la entrada al bar fuera exclusivamente con disfraz. Y salvo a los invitados que llevaban un distintivo creado por Luna y Renata las bebidas les eran cobradas.
Jennifer no podía pedir más. Ahora todo estaba en paz con su madre.
Andrew había aparecido en su departamento hoy por la mañana. Y prácticamente la había raptado para llevarla a donde su madre yacía enterrada. Era un hermoso cementerio. Con el césped verde y esponjoso.
-Paul, el esposo de tu madre… - murmuro Andrew cerca de ella, al pie de la tumba de Laila Lamb, la madre de Jennifer. –Dijo que tu madre siempre quiso estar cerca de ti. Pero… nunca tuvo el valor de volver, no después de haberte dejado sola tantos años…
-Lo sé – dijo Jennifer con las mejillas húmedas. No había parado de llorar desde que Andrew explico porque parecía haberla estado acosando.
Laila Lamb lo había enviado cuando estaba en su lecho de muerte. Quería poder hablar con su hija, decirle cuanto la amaba. Por tal razón la carta. Por tal razón había enviado a Andrew a buscarla. Ella quería que conociera a Paul, el hombre del que se enamoró perdidamente.
-¿Ella fue feliz, Andrew? – lo miro a través de las lágrimas de sus celestes ojos.
-Sí, y cada día decía que quería encontrarte. Te fuiste de donde vivían, fue… difícil encontrarte con tan solo una foto de cuando eras pequeña – Andrew saco una foto arrugada en blanco y negro de su bolsillo.
Jennifer sonrió. Su madre siempre dijo que era su favorita. Que parecía una princesa.
-Me da gusto que fuera feliz… ¿Paul… la amaba?
-Cada día de su vida, hasta que ella exhalo su último aliento – aseguro Andrew, conmovido.
-¿Tu… eres hijo de…?
Andrew sonrió negando con la cabeza.
-No, soy sobrino de Paul. Mis padres murieron cuando era pequeño, y él me crio. Conocí a tu madre cuando tenía 17 años. Siempre se portó como una madre conmigo.
Jennifer lloro aún más, sintiendo muy dentro de su pecho, celos.
-Lo siento, no fue mi intención… - Andrew la abrazo. Ella hundió la cabeza en su pecho y sollozo más fuerte.
-Ya… Solo que… siento alegría y tristeza de saber que disfrutaste de mi madre.
-Jennifer. Ella nunca dejó de hablar de lo perfecta que eras, y no hay duda de eso – acaricio su larga cabellera y su mejilla para limpiar sus lágrimas. Ella era mucho más de lo que su madre le platicaba. Y aun sabiendo que una madre siempre contaría cosas buenas de sus hijos, Andrew sabía que Jennifer era eso y más. Mucho más que solo una princesa. Era preciosa, no, más que eso. El cielo se quedaba corto al lado del azul de sus hermosos ojos. Era igual a su madre. Una bomba.
-Muchos dicen que soy igual a ella… - sorbió por su nariz. Alejándose de Andrew un poco avergonzada por soltar el llanto, con un extraño. Con un extraño que estuvo con su madre tantos años. Y aun, a sabiendas de que era un desconocido, Jennifer sentía una confianza ciega por él.
-Eres aún más hermosa que tu madre – miro la lápida de Laila Lamb, - si me permites decirlo…
-Seguro que mi madre sabrá perdonarte – Jennifer miro la lápida también y sonrió. –“Amada esposa, madre y amiga” – leyó las palabras de la roca de granito blanca.
-Era más que eso. Ella… me enseño muchas cosas, Jennifer. Y sé que te enseño a ti a ser fuerte.
-Ella… me dejo sola, y no la culpo. Quiso alcanzar sus sueños sin mí, y lo logro – sus ojos se llenaron de lágrimas, pero continúo: -y yo, también cumplo los míos. No puedo reprocharle nada, porque me enseño que la vida es dura e injusta – las lágrimas salieron de sus ojos. –Pero que solo el más fuerte sobrevive.
Andrew seco sus lágrimas.
-Ella te amaba, Jennifer. No tengas duda de eso.
-No la tengo, Andrew. Nunca la tuve. Nunca – aseguro. –Gracias por traerme aquí…
-No me lo agradezcas a mí…
-¿Entonces a quién?
-Jennifer… - una voz masculina y madura se aproximaba a ellos. –Soy Paul Darcy.
Jennifer sin pensarlo se lanzó a los brazos del hombre. Paul la estrecho contra su pecho con un nudo en la garganta. Ella era como Laila. Tierna, cariñosa, fuerte y segura de sí misma.
-Gracias… - sollozaba Jennifer contra el pecho de aquel hombre de tierna mirada.
Paul acaricio la espalda de Jennifer. Como solo un padre haría con un hijo, consolándolo. Brindándole apoyo. Así fue como lo sintió Jennifer. Por fin entre los brazos de un padre que siempre deseo. Y de un padre que la amaba a pesar de tener escasos minutos de conocerla.


-¿Estas bien?
Andrew se acercó a Jennifer y se sentó en el mismo sofá que ella.
-Ahora si – sonrió.
-Me alegro. Gracias por invitarme…
-De nada, casi somos familia, ¿no?
-Algo así…
-Jen, feliz cumpleaños – el hermano de Renata tenia los brazos abiertos frente a ella.
Jennifer se puso de pie y lo abrazo.
-Por cierto, tu disfraz de novia muerta me encanta – Vince la tomo de una mano y la obligo prácticamente a dar una vuelta ante sus ojos.
-Gracias, soy el Cadáver de la novia.
-Afortunados los ojos que te ven – soltó Vince sin perder detalle del escote de la chica.
Jennifer no podía pedir más. Bien, solo una cosa: Rosty.


-Así que… aun mantienes contacto con el hermano de Luna – decía Renata sorprendida.
-Sí, aun – Jared le dio un sorbo a su cerveza y se perdió en sus ojos. Renata lo miraba fijamente. -¿Recibiste mis notas?
-Si…
-Lamento haberme ausentado tanto tiempo, un amigo necesitaba mi ayuda…
-Eres un buen amigo entonces. Yo también me hubiera perdido del mundo si Luna me necesitara – sonrió.
-Gracias por entender…
-Descuida.
A un par de metros de ellos, Lex los observaba con cara de pocos amigos. Renata era libre, sí. Aun así no podía negar que se le retorcían las entrañas.
-¿Y ese amigo… como se llama? – Renata también era curiosa como un maldito gato.
-Jensen… - respondió Jared.
-Oh – asintió. Tenía que sacarle más información. Muy dentro de ella sabía que algo le ocultaba. -¿Y él está enfermo o algo?
Jared bufo. –Solo está enamorado pero es un cobarde…
-O quizá solo tiene miedo, no puedes culparlo por eso – defendió Renata.
-Quizá, pero no hablemos de él. Te extrañe… - le llevo un mechón rebelde detrás de la oreja. Ella tembló.
-Sí, bueno… Yo… - ahora balbuceaba. ¿Acaso no podía estar bien, solo por una vez ante un hombre como Jared? Solo por una vez en su vida. ¡Solo una!
-¡Rens! – Lex apareció, justo cuando Jared se inclinaba hacia ella con solo una intención: besarla.
-Lex… hola… - Renata se puso de pie. –Tocaron muy bien…
-Gracias. Hemos practicado – tenso la mandíbula. -¿Me acompañas a la barra? Ellas dudan que sea parte de los invitados – dijo refiriéndose a las barman.
-Seguro, nos vemos después Jared.
-Apuesto a que sí, preciosa.
Renata se sonrojo. Camino entre los invitados y los desconocidos de la mano de Lex, mirando hacia todos lados en busca de Julien. ¿Dónde se metió ese Dios?
-¿Buscas a alguien? – la pillo Lex.
-Solo a Luna – respondió con rapidez.
-Está ahí, con el tipo de cabello largo – señalo con la cabeza hacia una esquina del bar.
-Oh, entonces supongo que está bien.
-Supones bien, llevan horas hablando.
-Si… - suspiro. Y lo que ella daría por encontrarse al otro hermano Van Gulick. –Tengo que ir al sanitario, no tardo – bajo de un salto del banco. Miro hacia atrás y…
-¡Me cago en tu put…! – gruño un tipo.
¡Julien! ¡Santo grial!
-Lo siento…
-Basta de sentirlo, princesa –gruño Julien, y se hinco a recoger los pedazos de vidrio. Renata no podía quitarle la vista de encima. No importa que tan grosero pudiera ser, los chicos malos siempre la ponían a cien.
Se hinco a ayudarle, pero estando tan estúpida como estaba por tenerlo tan cerca no se percataba ni de lo que hacía o dejaba de hacer.
-¡Auch!
-No puedo creerlo, en serio que no puedo creerlo – repitió Julien y jalo la mano de Renata a la luz. –No es profundo, ven acá… - la jalo sin un ápice de preocupación a la cocina.
Renata tuvo que inclinarse cuando Julien le metió la mano al chorro del agua para limpiar la herida. Ella gimió de dolor cuando Julien le apretó la palma de la mano.
-No seas niña – dijo con voz seria.
-Resulta que si soy una – hablo molesta ahora.
Julien alzo la mirada por primera vez, la miro un segundo y después reviso la herida.
-¿Qué mierda pensabas al tomar la botella de cerveza por el lado roto, eh? ¿Pensabas acaso?
-Intentaba ayudarte, cretino de mierda.
¿En qué momento fue poseída por el espíritu de Luna?
Julien la miro de nuevo. Ahora con algo de detenimiento.
-Lindo disfraz – bajo la mirada a sus pechos. Después subió los ojos a los de Renata. –Te faltan las cejas naranjas.
-¡Déjame! – le arrebato la mano. Se observó de cerca, la sangre no paraba de salir.
-Trae acá – Julien tomo la muñeca y le amarro un trapo a la mano. –Eso servirá, mantenla en alto.
-Bien.
-No seas necia y quédate aquí hasta que vuelva con el botiquín – la señalo antes de salir por la puerta. Miro una última vez sus pechos y se fue ocultando una sonrisa lujuriosa.
-¿Qué paso? – James Deline vigilaba muy de cerca a Julien, ese chico podía hacer una bomba casera si se lo proponía. Además no quería causarles problemas a las chicas. Sabía Dios, cuanto necesitaban de un respiro.
-Nada James, un pequeño accidente – respondió Julien restándole importancia. -Recogeré el desorden y le curare la herida con el botiquín de primeros auxilios.
-Ya mande a que recogieran los vidrios. Anda, el botiquín esta debajo de la barra.
Julien se aproximó a la barra y lo tomo.
-¿Julien?
-Que me cuelguen de las bolas – bufo al ver a su hermano. –Hola, Trish… ¿Qué demonios haces aquí?
-Una amiga me invito.
-Oh, qué suerte. En un momento lo atiendo señor – dijo en tono burlón y altanero.
-Julien…
-No hace falta, Trish, ya sé que Dorothea cancelo mis cuentas, pero ¿sabes? No necesito nada de ella, nada. Dile que se meta su dinero por donde no le dé el sol.
-Julien, es nuestra madre…
-Sí, lo es, lo sé. Pero hasta que ella no me reconozca como hijo, no la reconoceré como madre. ¿Acaso crees que no sé qué ella me oculta quien es mi verdadero padre?
Tristan abrió grandes los ojos.
-Yo…
-Sí, hermanito, o debería decir… ¿Medio hermanito?
-No sabes lo que dices…
-Para tu malestar si lo sé. Pero creo que tu no. Dorothea no me quiere, y nunca me querrá porque fui un desliz en su vida. Mis ojos la delatan. Y déjame, iré a trabajar.
Tristan permaneció quieto. Sin saber realmente que decir. Su madre se había divorciado de su padre. Y siempre le había dicho que su padre era George Hoppus. Ahora, ahora no sabía que pensar.


Emily en un rincón besaba a Logan.
-Aun me siento mal, enfermera – susurraba Logan contra la piel blanca del cuello de Emily.
Nada podía estar mejor.
Logan y ella por fin, estaban juntos.
-Emi… ¿quieres vivir conmigo?
-¡Sí! Oh Dios, ¡sí! – jadeo en shock.
-¿Lo dices en serio? – incrédulo pregunto.
-Por supuesto. Ahora no te dejare ir. Te quiero para mí. Solo para mí.
-Y me tendrás hermosa. Seré solo tuyo – Logan acaricio sus mejillas.
Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás. Volver y hacer las cosas que debió de haber hecho. Pero como dicen, a lo hecho pecho. Y a menos que consiguiera un DeLorean o tuviera un deseo extra en su cumpleaños, él disfrutaría el tiempo con Emily.
Disfrutando de las manos sobre su piel, de sus sonrisas coquetas y su descaro. Porque él la amaba más que a su propia vida. Más que cualquiera en este mundo.


La fiesta fue todo un éxito. Todos se divirtieron. Bebieron, bailaron, gritaron, saltaron.
Jennifer estaba sonriente. Las mejillas coloreadas de rojo.
Poco a poco León se vacío. Quedando solo las amigas, Andrew, Logan, Jack y Vincent.
Emily se fue con Logan sin poder quitar esa sonrisa estúpida de su rostro, se les notaba a leguas que querían llegar a casa y perderse en el sabor de su pasión y no dormir hasta el amanecer. Vincent se fue con Renata. La chica aún seguía en estado de shock, y su hermano aun no creía que se había cortado con una botella de cerveza. Jack llevo a Luna a su departamento en su camioneta, Luna ya no podía andar con esas botas altas, así que se las quito, Jack la cargo sobre su espalda hasta su vehículo. Andrew se ofreció en llevar a Jennifer hasta su casa, solo después de que sus amigas aceptaron.


Todo pintaba de maravilla… al menos por ahora.

3 comentarios:

Ada Parthenopaeus dijo...

no mamess Beu me dejas asiiii dijiste Chismees siii vi pero faltaron Rosty mi amado Rosty cosita Rica donde carajos esta porque no fuee????? y Dios la fiesta fue una refiesta ya quiero saber mas que puedo decir me encantooooooo!! ya quiero saber mas me late que alguien esta enamorada de Vicent y por Diooos esto aredera con tantas indecisiones con tantas cosas, y con tantos temrores por herir a otros oh Beu te amo

Ale de Moesia dijo...

Ufff mis dioses del olimpo!!! Que capitulooo lo ame lo amo y lo amare!!! Pobre Jenny u.u pero ese Paul uffas!! ;D Andy que lindo!! Esa luna y Trsistan esa frase de "es algo espinoso" uff Jensen maldito xD Evan dios que hombre!!! Luego Oh mis dioses Jared!! lo extrañaba!!! Y Lex awww lo mas antiguo!! "Celos" y Mori y me orgasmee con Julien!! que me hable sucio carajo!!! es que te lo juro amor a ese hombre lo amo lo amoooo!!! Mi Zarek personal aaaa uff!!! LO AMOOO xD Y Will si ia se q no lo mencionaste en ese capi pero despues de lo de la oficina lo extraño xD no le digas a J!! xD jajaja Te amooo mi beu tus letras, tus lineas las amoooo y aaaa Emuily su vida cobra orden!! pero Patrick u.u damelo o cof cof daselo a una alumna q se llama ale cof cof xD quiero mas!!!! Aww el Vince tan lindoooooo!! con Jenny la novia muerta xD BEU te amooo quiero mas y no es Tang xD

VioletaHerondale dijo...

Hay sólo tres cosas que deseo desesperadamente que pasen:

1.- Que Renta muera
2.- Que Julien no la pele
3.- Tener a Lex para mí

Fin :D

Las chicas del Té de Lemmon

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