septiembre 09, 2011

Maldita delicia, segunda temporada. Capitulo XVII

¡Viernes! :D

¿Como se la están pasando mis lectoras? (: Todo padre, ¿ah? Yeah.
Pues como cada viernes, les traigo con mucha emoción un nuevo capitulo de Maldita delicia. Estoy harto contenta porque parece que todo va viento en popa en mi vida profesional. Ah, eso se leyó re mamucas. Me refiero a mi vida escolar, la vida que llevo del otro lado del monitor de sus ordenadores (: Espero que tengan mucho éxito mis chicuelas :]
Cuidence harto, estamos en contacto. Enjoy ^^


17.Girasoles

-Entonces… ¿fuiste a comer con Jensen?
Renata aun no se creía que él amara a Luna. ¡La había dejado! ¡La había dejado!, gritaba su mente. Claro que siempre supo que tenía una razón para haberla dejado hace 5 años. Pero nunca imagino que amarla y no quererla perder fuese su razón.
-Si, y me trajo a casa después de comprarme una extensa dotación de Wonka Nerds – sonrió Luna agitando la cajita de dulces en su mano.
-¿Y después? – Renata la miro fijo.
-Nada – contesto ella vaciando el contenido de la caja de dulces en su boca.
-Mmm… - asintió. Sabía que Luna no iba a ocultarle cosas. –Pues William dijo que me ayudaría con nuestro plan. No le conté lo que Julien – se estremeció – me hizo.
-Ajá – Luna mordía los caramelos. –Que bueno que no le contaste nada. Él solo tenía que decir que si te ayudaba. Solo eso.
-¿Así que tu sabias que iba a ayudarnos?
-Lo supuse, si – confirmo.
-¿Pero cómo? – quiso saber muy interesada.
Luna era muy observadora.
-Bueno, Will está loco por ti. Así que hará cualquier cosa por ti…
-No quiero usarlo, Luna – confeso algo triste.
-Rens, no lo usaras. ¿Crees que él solo pondrá su cara de tierno, porque si? ¡No! – jadeo. –Tú estarás a su lado, como te encanta estarlo. Solo que… Julien te vera.
Luna estaba muy segura de su plan. Tan segura que planeaba en un futuro una salida los 4, Will, Jensen y ellas dos a un Bar-Karaoke cerca de Central Park.
Renata suspiro.
-Bien, si, tienes razón. Además, el trabajo de oficina con William – se sonrojo.
-¡Oh por todos los Cielos! ¡Basta! Apiádate de mí por favor. Llevo semanas sin enredarme con alguien.
Renata se carcajeo.
-Ahora estas con Jensen… - le guiño un ojo.
-Si… Pero no seré fácil. Tendrá que conquistarme… - sentencio terminando el contenido de otra caja de Wonka Nerds.
-Muy bien – sonrió. -¿Y que con Tristan?
Luna casi se ahoga. Tocio sonoramente antes de que recobrara el aliento.
-Él tiene otras cosas en mente – dijo como si no quisiera hablar del tema.
-No entiendo – Renata siguió a su amiga hasta la cocina. Donde dejaba los platos y vasos sucios sin querer mirarla a los ojos. Señal de que ocultaba algo gordo, muy gordo.
-No hay nada que entender. Quiero saber que puede pasar con Jensen, es todo.
-No, no es todo – acuso. Cruzo los brazos, y se recargo en el marco de la salida de la cocina. –Dime que es lo que pasa con Tristan… -exigió.
-Él tendrá una cita con… Monique.
-¿Monique? – repitió Renata. -¿La fulana esa que según es la nueva editora? – ahora ella estaba escandalizada.
-Si… - murmuro mirando sus botas. –Esa misma, la que se parece mucho a Jennifer. Es una perra – gruño.
-¿Cómo pudo? Nunca ha salido contigo, y esa fulana llega y ¡Bang! Tiene una cita con ella. ¿Qué diablos les pasa a los Van Gulick? – pregunto al aire.
-No quiero saberlo, Rens – Luna la esquivo saliendo de la cocina.
-Tal vez también deberíamos cobrar venganza con Tristan...
-¡Que ese bastardo se revuelque con Monique, a mi me importa una mierda! – vocifero molesta. Sus orejas estaban rojas y sus mejillas también. –No lo menciones de nuevo, ¿si?
-Vale, vale… - accedió.
La abrazo. Se abrazaron. Con fuerza.
-Se que no tenía nada con Tristan, pero de cierta forma me siento… usada. Las miradas, las sonrisas. ¡Dios! Iba a besarme en el ascensor una vez. Me trajo a mi casa cuando estuve enferma… Me apoyo con el discurso la vez que me ascendieron. No se – suspiro aferrándose a su amiga. –Me siento… usada. Despreciada.
-Mi Luna. Ese imbécil sabrá que te perdió cuando te vea con Jensen. Es un tarado. Como todos los hombres – gruño animándola.
-Gracias – sonrió. –Siempre sabes cómo hacerme sonreír.
-No dejare que nada ni nadie te haga daño. Si tú gritas, yo grito, ¿recuerdas?
-Siempre – afirmo.

***


Luna tenía demasiadas cosas en la cabeza que había olvidado los preparativos para el cumpleaños de Renata. Jennifer apareció sin más en su oficina.
-¿Hola? – se asomo por la puerta entreabierta.
-Monique. No sé qué diablos hará el hijo de la Sra. Van Gulick en la cita salvaje, – gruñía Luna detrás de su ordenador portátil – así que por favor, hazme el favor de salir de mi oficina.
-¿Monique? – Jennifer entro por completo a su oficina. –No soy Monique, Lunática.
-¡Oh! ¡Jenn! – jadeo cerrando de un manotazo la tapa de su ordenador. -¿Qué diablos haces aquí? Cierra la puerta – le dijo acomodándose sobre su silla y subiendo los codos a su escritorio.

Su oficina estaba más desacomodada que de lo normal. El librero detrás de ella, donde tenía –antes – en perfecto orden números atrasados de Spotlight, estaban ahora, acomodados en una montaña que amenazaba con venirse abajo. Su bote de basura, que era un cesto metálico estaba a rebosar de papeles hechos bolas, cajas de comida china y latas de Coca-Cola, y coronando esa montaña de desechos había varias cajas de Wonka Nerds.
Jennifer miro el lugar con curiosidad. Se sentó frente a Luna, que removía los papeles, fotografías y folders para hacerle un lugar a su amiga.
-Traje café, bueno, para ti un frappe – dejo un vaso enorme sobre el hueco que Luna había logrado hacer.
-Oh que rico, gracias – tomo el vaso y le dio un largo sorbo desde la pajilla.
-¿Qué es lo que pasa, Luna? – Jennifer cruzo una pierna sobre la otra y se recargo en el respaldo de la silla. -¿Puedo fumar?
-Date gusto – asintió Luna. –No pasa nada – mintió, - solo tengo mucho trabajo. Mucho. El número de presentación de Samantha se acerca. Estoy nerviosa…
Sobre eso no mentía. El número de diciembre era la renovación de Spotlight. Se sentía ahogada entre tanto trabajo. La única que parecía no estar estresada era Monique. La muy perra se regodeaba por los cubículos ridículos. Las escritoras la amaban. Quizá ella les prometía autógrafos de Tristan.
-Lo harás bien, eres la mejor. Tanto en las fotografías como editándolas – sonrió con ternura.
-¿Cómo te va a ti con Rosty? – desvió el tema. Nunca le gusto ser el centro de atención.
-Perfecto… Su hermano volvió de California. Está preocupado por él, pero fuera de eso estamos bien, muy bien.
-Silencio, pervertida – dramatizo Luna tapando sus oídos.
Jennifer comenzó a reír.
-No es mi culpa que no tengas acción…
-Lo sé – lamento Luna, suspirando. –No tengo ni tiempo para eso…
-Ja. Eso dices. Pero vamos, aun en la Universidad te dabas tus escapadas…
-Eso fue cuando no trabajaba – agrego cerrando los ojos. –Cuando no había nada más que la escuela… Sin problemas, sin nada.
-Venga, Lu. Amas estar aquí, ¿Qué pasa ahora?
-Nada, Jenn, en serio.
-Mmm – no se trago esa mentira. –Como sea, me lo dirás tarde que temprano – aseguro mirándola fijo. -¿Qué haremos entonces para el cumpleaños de Renata?
-¡Mierda! Lo olvide, oh Dioses, que mala amiga soy.
-Tranquila, aquí estoy para recordártelo. Rosty ofreció su gimnasio para la fiesta. ¿Qué dices?
-Digo que es estupendo. Con el trabajo que tengo, mi casa apenas tiene espacio para caminar…
-Bien, le diré que me ayude con los preparativos. ¿Si?
-Haz lo que quieras, es decir… Lo mejor para Rens, ¿si? Y ni una palabra, ¿de acuerdo?
-Claro, jefa – se puso de pie con una sonrisa. –Le tengo una sorpresa a Rens.
-Mmm – Luna la miro curiosa. -¿Me dirás que es?
-No, porque tu siempre le cuentas todo a Renata. Esta vez no será así – sentencio. Camino hasta la puerta. –Deja de agobiarte y dale gusto al cuerpo – le guiño un ojo. –Adiós.
-Con cuidado…
Dejo caer la cabeza sobre su ordenador y suspiro. Como deseaba desaparecer de esa oficina. No quería ni salir al pasillo. No quería ver a Tristan coqueteando con Monique. Esa maldita.
-¿Luna?
-Jenn, te dije que hicieras lo que quisieras…
-Soy Lizzy – Luna levanto la mirada. La rubia le sonreía. –Te buscan… toma – se acerco a dejarle una nota dentro de un sobre pequeño. Salió rápido de su oficina.
Luna abrió la nota rápidamente. Curiosa como un maldito gato arrojo el sobre a la montaña de basura del cesto, éste se desplomo, pero Luna no le hizo caso.
“Te veo a la salida del edificio. Ya sabes quién soy”
-¿Ya sé quién eres? – frunció el ceño mirando la nota. Intentando descifrar el secreto de la inscripción.
De pronto su teléfono sonó.
-Luna Phellan… - contesto.
-Baja ahora, Luna…
-¿Jensen? – la línea sonó muerta apenas pregunto.
Parecía hora de comer. Había un jaleo fuera de su oficina. Así que salió.
-¿Qué es lo que pasa, Lizzy?
La rubia sonrió radiante, levanto los hombros y negó con la cabeza.
Luna bajo por las escaleras.
Una vez abajo el pasillo parecía estar iluminado de amarillo. Todo el lobby estaba cubierto de girasoles. Su pulso se acelero.
Girasoles formaban un camino guiándola hasta la salida.
Ya afuera, los girasoles no parecían terminar. En la calle no había nadie. Salvo una fila de girasoles.
-¿Qué diablos pasa aquí? – pregunto al guardia de la puerta.
-Dejaron esto para usted – le dio una notita.
“Sigue el camino amarillo”
Sonrió. El camino amarillo.
Lo siguió. Los girasoles estaban más separados entre si a medida que avanzaba y avanzaba. El camino doblaba una esquina.
-Te tengo – ella jadeo cuando unos fuertes brazos la abrazaron.
-¡Jensen! – se sobresalto. -¿Qué es todo esto?
Sobre esa calle aun estaban los girasoles. Rodeando a Jensen como en un claro de bosque.
-Una sorpresa, ¿Qué es lo que parece? – sonrió con suficiencia. -¿Te gusta?
-Es linda, si…
Jensen la miro. Dejo de abrazarla, los pies de ella tocaron el piso.
-Supongo que tienes trabajo – puso el cabello de ella, rebelde como siempre, detrás de su oreja.
-Yo…
-Nos vemos después… - beso su frente y camino alejándose de ella.
Luna quedo aturdida en medio de los girasoles. La gente que pasaba por ahí la miraba y suspiraba.

-¡Jensen! – salto los girasoles y corrió a alcanzarlo antes de que él cruzara una calle. Lo jalo de la mano. Él se detuvo y la miro.
Sus ojos pardos estaban tristes. Lucia derrotado.
-Me gustaron los girasoles… - reafirmo.
-Lo sé… Te encantan – sonrió apenas.
-Si… ¿No gastaste mucho…?
-Luna. El dinero no es problema. Solo quería… Olvídalo.
-Me encanto… - repitió. –Mucho.
-Ya… - un extremo de su boca se levanto para dar una sonrisa tranquilizante. Pero el dolor de su mirada no desaparecía. –Tengo un par de pendientes. Que tengas un buen día… - dejo su mano y la dejo en medio de la acera.
Confundida.
-No entiendo…
Jensen se giro apenas cruzo la acera.
-No hay nada que entender. Para mí está muy claro.
Ella lo alcanzo y lo jalo de la mano para que la mirara.
Luna lo miraba. Sus ojos pardos la reflejaban.
-Me gusto mucho la sorpresa, es decir… Si fue una sorpresa. El lobby parecía ser iluminado de amarillo. ¡Tantos girasoles! – jadeo.
Más que estar sorprendida, no lo creía. Es decir… ¿Iba en serio eso de reconquistarla? Ella solo pensaba que él lo hacía para no estar solo. Para no tener que dormir solo. Solo para pasar el tiempo.
-Me alegro de que te haya gustado – sonrió. Esa sonrisa era forzada y Luna lo sabía. Lo conocía tan bien que incluso sabía que iba a dejarla ahí parada, pero que no se iba a rendir.
-Te invito a comer a mi casa. Cenar… - corrigió perdiéndose en su parda mirada.
-¿Tu cocinaras?
-Puedo intentarlo… - levanto los hombros. Tendría que correr a pedirle ayuda a Renata. Lo único que Luna sabía hacer y eso faltándole sal, era pasta. Lo único.
-¿Qué te parece si yo cocino?
-Si, buena idea – sonrió ella. Suspiro aliviada. –Yo… compro el vino.
-Tengo un par de botellas aun, de esas que le compre a Chuck – comento Jensen algo incomodo.
Lamentaba que Chuck ya no quisiera ni hablarle. En realidad él y Chuck eran buenos amigos, podría decirse que era el único que tenia.
Oh, y recordemos a Jared. Se habían conocido en el Centro de Rehabilitación de Londres.

Jensen estaba tan destrozado que fue difícil meterlo. Nunca supo quien lo había internado en ese Centro. Pero lo agradecía. Mucho tiempo pensó que había sido su tío, pero él no sabía dónde estaba. Después pensó que había sido el mismo Jared que lo había encontrado en la calle, viviendo en bares, ahogado en alcohol y drogas. Ansiando olvidar su solitaria vida, vacía ahora.
Jared y él se habían hecho amigos. De cierta forma Jared también sentía una vida vacía, sin futuro. Perdiendo a su hermana en un accidente, y jurando y perjurando que había sido culpa suya, se había refugiado en los seductores brazos del alcohol. Sin querer salir y sin tener fuerzas de seguir adelante. Solo hubo una chica que lo había animado a salir adelante sin proponérselo, solo que ahora, esa chica parecía haber sido tragada por la tierra.




-¿A las 8 está bien? – pregunto Jensen, acariciando su muñeca.
Eso le daba bastante tiempo para arreglarse. Ella quería sorprenderlo también. Lo quería de vuelta, quería a su seductor amigo de vuelta.
-Claro… - asintió muchas veces. Comenzaba a sentirse nerviosa.
Jensen le dio un beso en la frente, ella cerró los ojos de inmediato. Mojándose de anticipación.
-Que tengas un lindo día…
-Gracias – le apretó la mano que aun tenia aferrada con la suya. –Gracias por los girasoles…
-Descuida. Esto aun no termina – prometió sonriendo ladino.
Tomo su rostro entre sus grandes manos y acercándose lentamente a ella, la beso.
El beso fue tórrido, caliente. Su lengua invadió la boca de ella con maestría. Enredándose en su sabor, probándola y provocándola. Humedeciéndola.
Ella lo jalo de la chaqueta, apretando los puños contra el pecho de él, que corría desbocado.
Un segundo antes de que ella intentara colgarse de su cuello, él se separo relamiendo sus labios y dándole un último beso fugaz.
Luna lo miro con sus orbes grises chispeantes de lujuria.
-Aun no termina – prometió, pasando el pulgar por los labios hinchados y palpitantes de Luna. –Nos vemos a las 8 – dijo y se alejo. –Y no te preocupes por los girasoles, ellos saben llegar a tu casa – aseguro.


Luna no se movió de su lugar hasta que un claxon le hizo dar un brinco.


-¡Lunática!
Giro la cabeza, mirando sin mirar hacia la calle.
-Diablos, te convertiste en zombie – Jack, su hermano, había bajado de su camioneta y la zangoloteo con fuerza de los hombros.
-Ya… estoy bien, bien… - parpadeo un par de veces.
-Dime que con el que te estabas besando no era quien creo que era.
-Si, si era – parecía que hablaban en clave y Luna sonreía aun como una tonta.
Ese beso le había regresado los buenos recuerdos de Jensen. Su adolescencia a su lado, sus noches enredados en las sabanas y tocándose en el ascensor. Sus sonrisas, sus ojos pardos, sus caricias. Todo lo bueno que tuvo con él, regreso. Había regresado por fin.
-Mierda – bufo Jack. –Tú dime cuando lo mato.
-No lo mataras. Sobre mi cadáver si intentas tocarle un pelo – lo señalo, volviendo más en si que antes.
-Mmm – frunció los labios. –No quiero que te lastime como…
-Ya – lo detuvo, no quería recordar eso. No más. –Yo misma lo matare. Créeme.
-Bien – Jackson no dudaba de la capacidad de su hermana. Ahora no era una adolescente de 18 años, era una mujer. Una mujer decidida y con un buen futuro por delante. –Te creo…


Aun así estaba preocupado por ella. No podía dejar de ver a Luna como una niña pequeña, tímida, que le costaba hacer amigos y platicar con la gente. Antes era como un gato tímido. No hablaba. No tenía amigos. Fue en la preparatoria cuando su vida cambio por completo. Comenzó a hacer amigos… Y fue cuando conoció a Jensen, Chuck y más tarde a su pandilla.
No podían culpar a Jack por preocuparse por ella. Al fin y al cabo, era su hermana. La pequeña. Y él mataría a cualquiera que osara tocarle un solo cabello rizado de esa cabeza loca que tenia.

1 comentario:

Ale de Moesia dijo...

AME EL CAPITULO!!! es que esta historia es mi droga!!! he terminado mis deberes y examenes y esto fue mi recompensa!! :D Esque de verdad que esta historia la amo con tdo mi jodido negro y retorcido corazon!!! Primero:
Trsh se puede ir a la puta jungla si eso es lo que quiere!!! como pudo acceceder a salir con la perra de Monique?? ¬¬
segundo:
Que luna se case con Jensen!!! mira que un camino amarillo!!! con Girasoles y el!!! OMFG!!!!!! que lindo :3 ya siento que lo amo xD como para cuñis :3 jajaja xD
Tercero: Jared aparecio... no estaba muerto andaba de parranda xD quiero saber mas :0
Tercero!!!:
Una cita de parejas awwww Will y Ren y Luna y Jensen!!! me pregunto como seria aquello!!! awww
Cumple de Rens!!! :3 que es lo que le tiene preparado Jenny?? =0
Ame el capi y que Jensen le cocine a la Lunas afortunada!!! ufff es lo mas erotico, lindo del mundo lo digo por experiencia propia!!! Mi Beuuu siempre me dejas deseando mas y mas!!! =0 es mi droga!! *¬*
Quiero mas siii por faaa!!
saludos!!
Besos!!
Xau!!!! :D

Las chicas del Té de Lemmon

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...