enero 08, 2011

Maldita delicia. Capitulo XIII*

Sabadaba delicioso. Mi hermano me tortura apoderándose de la Dellia ¬¬ Nomas dejen que me haga de mi propia computadora y entonces arderá Troya. Con Aquiles incluido. Para Aquiles tengo varias ideas para que arda :D Eniweys... El motivo de este nuevo capitulo es para demostrarle una vez más mi amors a mi Cricri XD Si... yo se que sabes que eres mi mita´ pero nunca esta de más decirte que eres algo indescriptible en mi vida, y que soy afortunada de tenerte en ella. Practicamente eres mi hermana, no, algo más que mi hermana. No se describir con palabras lo que eres :3 Te amo y lo sabes. Aunque mi madre diga que eres mi novia XD Ay esa suegris que no sabe que el amor también va más allá de una relación carnal. ¡Ay! XD me salí del tema como siempre...

En fin, disfruten lectoras, y mi Cricri este capitulo. El capitulo prometido de Emily. Pobre si, pero la vida no es tan dura como creen. Me gusta el drama pero no soy fan XD



Se cuidan harto y... enjoy ^^






13. El dolor a través de tus ojos y los gritos entre mis sabanas


Nota: Continuación capitulo VIII

Emily Wildest

Al cerrar los ojos, uno siempre ve el oscuro color de sus parpados. En cambio yo solo veía mi vida vacía y sin sentimientos. Me burle de él de la manera más cruel que se me pudo haber ocurrido. Claro, no sabia que su mujer perfecta ahora estaba seis pies bajo tierra. Y aunque supiera de su pérdida, sabía que me habría burlado de él. Bien, en realidad no. Pero no sabia si sentiría pena por él… o por mi gran estupidez.

Pensé que él había vuelto por mí. Por mí. Por la que alguna vez iba a ser su mujer. La señora Lacrosse, ¿pueden creer que hasta imagine mi nombre de casada grabado en el letrero que estaba en la puerta de mi oficina?

Emily Lacrosse.

Gran estupidez, la más grande de todas las que ha cometido Emily. Sin duda.

Hundí mi cabeza entre mis manos y despeine aun más mi cabello. Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás y decirle “Si, acepto” con lagrimas en los ojos y poder darle el beso de amor verdadero que tanto le prometía debajo de las sabanas.

Pero el hubiera no existe, dice mi madre. Las cosas toman su cause y el mío ya iba río abajo. Rebotando entre las rocas y sentía como chocaba con cada superficie resbalosa, sin oportunidad de detenerme. Directo al vacío.

-¿Cómo pude ser tan ciega? – murmure contra mis manos.
-¿Pasa algo, Emily? – Patrick se inclino sobre su asiento y me miro.

Sus ojos avellana me miraron atentos. Casi lucia como si de verdad se preocupara por mí.
-Nada, estoy bien – mentí.
-¿Segura? – Patrick dejo su escritorio y se acerco al mío.

El cubículo era lo suficientemente grande para albergar dos escritorios medianos, - que quedaban frente a frente - un par de estantes con carpetas y libros. Archiveros y un dispensador de agua. Se sentó en una de las sillas frente a mí y me alcanzo un pañuelo de papel.

-No, no estoy segura. Gracias – tome el pañuelo y limpie mis lágrimas.
-¿Quieres hablar de eso? – pregunto y estiro su mano hasta alcanzar la mía.
-Quisiera poder hablar de eso. Pero no puedo, incluso he evitado a mis amigas. No quiero hablar de nada.
-Bien… Puedes confiar en mí, ¿sabes? Mi hermana dice que soy bueno escuchando, aunque a ella le moleste – dijo y formo una media sonrisa en su rostro.

Patrick aparte de ser un tipo hermoso. Era un buen consejero, no se porque no le dieron ese puesto. Y no a la loca de Betty. Las chicas acudían a él cuando tenían alguna preocupación, pero vamos, el tipo estaba como quería. Preocupaciones mis bolas. Además yo no era una chiquilla que acudía a sus clases solo para verle el culo. Aunque lo haría si tuviera 18 de nuevo.

-Tus alumnas babean por ti – comente cambiando el tema.
-Son unas chiquillas solamente – dijo y torció la boca en una mueca.
-Venga. No creo que no fantasees con alguna de ellas. Todos lo hacemos – comente animándolo a confesarse.
-Alguna de ellas podría ser mi hija, Emily – esta vez sonó como un padre.
-Oh – Si, ahora él estaba casado, puta suerte.

Mi suerte no podía ser mejor. Hombres casados en mi vida, oh que puta suerte.

-Tengo un par de cosas que hacer, si me disculpas – me puse de pie, él soltó mi mano y me miro en silencio hasta que salí de la oficina.

“Su hija”. ¡Vaya! ¿A quien ofendí para que fuera pisoteada de esa forma? ¿A quien?

Salí del edificio de la Universidad. Algunos chicos que tomaban mi clase me saludaron, solo asentí con la cabeza. No tenía tiempo para platicar sobre sus experiencias sexuales, al menos no hoy.

Me dirigí al estacionamiento y subí a mi camioneta.

Estando ahí sentada, no pude evitar recordar la mirada de Logan cuando me burle de su perfecta mujer. Lo había lastimado. Bien… le pondría fin a esto. Fin de una vez y para siempre.

-Ann Cohen – contesto mi abogada al segundo tono.
-Soy Emily, ¿me darías la dirección de Logan Lacrosse? – pregunte e intente no sonar desesperada. Mi corazón latía a mil, lo sentía golpear mi garganta.

Ann termino de darme la dirección.

-Gracias, Ann – colgué.

Pise el acelerador y me mantuve serena hasta que llegue a su edificio. Baje de mi camioneta. La estacione a un par de calles, lejos de su edificio. Camine de regreso a la entrada, donde un portero me saludo sonriendo.

-¿Estará el señor Lacrosse? – pregunte en el lobby.
-¿Quién lo busca? – pregunto un hombre maduro, con la frente despejada y un traje muy pulcro.
-Emily Wildest – le dije y mi nerviosismo incremento.
-Un momento… - el hombre tomo el teléfono y marco seguramente a su departamento. Después de un par de “Ajá”, “Entiendo”, “No se preocupe”, colgó la llamada y me dijo: -El Sr. Lacrosse esta ocupado. Esta en una reunión.
-¡A la mierda! – grite.

Me asome sobre la mesada de la recepción. Piso tres.

-Gracias por su ayuda – le dije al hombre que me miraba atónito y subí al ascensor cerrando inmediatamente las puertas.

Vería a Logan costara lo que costara. Reunión, si claro. Y yo nací ayer seguramente.
Con el corazón martillándome el pecho llegue al piso tres. Las puertas se abrieron. Logan estaba frente a ellas con un traje negro con corbata gris. Siempre elegante y guapísimo.

-¿Qué haces, Emily? – pregunto enojado.
-Quiero verte, tengo que hablar contigo.
-No tenemos nada de que hablar. Si quieres algo de lo del bar, con mi abogado ponte en contacto. Por favor – con la mano me invito a entrar de nuevo en el elevador.
-Logan… - empezaba a rogar.
-No Emily – se llevo una mano a la cara.
-Por favor… - camine hasta él.

Logan suspiro. Con largas zancadas llego a su salita. Lo seguí. Mi cuerpo temblaba.

-¿Qué quieres? – se meció el cabello.
-Solo quiero hablar – le dije e intente tomar sus manos, pero él se alejo de mí.
-¿Hablar de qué?, ¿de qué? – gruño.
-De… nosotros.
-¡Tu misma dijiste que nunca hubo un nosotros! ¡Nunca! – grito. Me encogí del miedo, por la ira que descargo su voz.
-Lo siento…
-No, no lo sientes, no más que yo – decía apretando los dientes. Su mandíbula se marcaba demasiado.
-Si, si lo siento…

Sonrío con ironía.
-Vete Emily…
-Logan, por favor…
-¿Qué, ahora me ruegas?
-Yo… - baje la mirada – si.
-¿Por qué?
-Porque te amo.
-Ja. Tú no conoces el amor, Emily. Tu no te sentiste como un idiota el día de tu boda, esperando como un imbécil a la mujer de tu vida, misma que nunca llego, y que desapareció de la faz de la tierra, como si la tierra se la hubiera tragado – dijo alzando las manos.
-Perdóname – solloce.
-¿Por qué?, ¿por creer en tu falso amor?, ¿por creer que era el hombre de tus sueños?, ¿por creer en tus putas mentiras y palabras?, ¿por qué, Emily, por qué?
-¡Por ser una estúpida!, ¡Por el miedo que sentía! – grite con un nudo en la garganta que me obligaba a forzar la voz y a lastimar mi garganta.

Logan empezó a reír.
-No sabes cuantos años espere por esto… y ahora, ahora no es nada. Nada. Solo palabras. Te busque… te busque muchos años…
-Claro – ataje -, hasta que encontraste a la perfecta mujer para casarte.
-Si, ella era perfecta… Pero no eras tú, Emily. La engañe… le dije que no amaba a nadie más en el mundo que a ella. Pero era una reverenda mentira. Cada noche, cada día y cada maldito atardecer estaba tu rostro tras mis parpados. Tras mi recuerdo, eras la sombra de mi vida. Y no quería deshacerme de ti.
-¿Por qué te casaste con ella? ¿Por qué si aun… pensabas en mi?
-Para olvidarte. Para hacerme a la idea de que podía vivir sin ti. Sin tu temperamento salvaje, sin tus ojos, sin tus labios, sin toda tu existencia en mi vida. Un error garrafal.
-¿No me olvidaste? – di un paso hacia él.
-Eso es obvio. Ella, Molly, me odio por eso – gruesas lágrimas bajaron por sus ojos.
-¿Qué paso?
-¿Quieres burlarte? – alzo la mirada.
-No…
-Ella me pillo mirando una foto tuya. Se volvió loca de celos. Tomo… - su voz se rompió – tomo el auto… Estaba loca de ira, de celos, de odio…
-Logan… - no necesitaba el resto de la historia. Sabía donde terminaría.

Yo era la mala de la historia, no Molly, no Logan. Yo.

Logan se derrumbo en un sofá y empezó a llorar, su cuerpo temblaba. No tuve el valor de acercarme y consolarlo. Yo, la otra, la bruja, la manzana de la discordia. Lo peor de su vida. Yo arruine su vida. Fui yo…

-En verdad lo siento. Lo siento mucho… - corrí al ascensor.

Una vez en la calle. Corrí nuevamente a mi camioneta. No podía manejar así. Las manos me temblaban, las lágrimas no me dejaban ver. Me quede ahí. Quieta, llorando.

Yo acabe con la vida de Molly. Mis errores le costaron caro a una vida que no tenía la culpa de mis decisiones. Fui yo…


_*_


Zombie era poco para describirme. No quería derrumbarme, pero definitivamente tampoco levantarme. Aun así, no le di la espalda a mis amigas, puse caras felices cuando era necesario, tristes según el caso, y así, hasta que por fin Jennifer se canso de mis mascaras.

-¿Emi? – tomo mi mano.

Ella dormía en mi casa. La muerte de su madre la tenía un tanto rara. Ella estaba tranquila, lo sabía. Sus ojos celestes no mentían. Luna aun se encargaba de la búsqueda del tal Andy. Mismo que Jennifer describió como un Dios griego.

-Estoy bien. No quiero que pienses lo contrario, ¿si? – apreté su mano.
-No, no estas bien. ¿Fue Logan? – pregunto con miedo.
-No… no fue él – negué con la cabeza.
-¿Qué pasa entonces, Em?
-Viví engañada, Jen. Logan no fue el malo, fui yo.
-No digas eso, tu tenias miedo. No puedes culparte.
-Ya… pero si lo hago. Acabe con una vida, con un matrimonio.
-No… - Jennifer me abrazo.

Para Rens y para Luna, la historia era que me sentía devastada por la muerte de la madre de Jen. Solo esperaba que la mentira fuera creíble. Luna aun me miraba con ojos de rayos X. Ella se había confesado estando ebria. Solo esperaba que no recordara nada. Digo, de haberse confesado. Pero en el fondo sabia que el sufrimiento que me aquejaba era Logan. Terminaría contándoselo tarde o temprano.


Una tarde de chicas Luna tecleaba con rapidez frente a su ordenador portátil. Aun estaba empeñada en saber quien era el tal Andy. Eso al menos me distraía un poco. Digo, Luna era buena buscando, y cuando se aburría tiraba de lado su perfil de Sherlock Holmes y se dedicaba a buscar tipos guapos por la red.

-Oh Dios, por ese tipo si me pongo en cuatro – gimió una vez que dio con un tal Pattinson.
-¡Si! – la secundo Rens.
-Venga, no es tan guapo – ataco Jennifer.
Ambas la miraron como si fueran a asesinarla. Ella sonrío y tanto Rens como Luna, continuaron la búsqueda por el tal Andy.

-No se ustedes, pero yo tengo ganas de un cigarrillo – Jennifer se puso de pie, dejando vacío el asiento al lado mío.

Tomo su bolso y saco una cajetilla de Camel. Me ofreció uno que acepte gustosa. Rens y Luna no fumaban, pero Luna tenía una rara afición por el aroma del humo. Así que, no decía nada de que fumáramos a su lado. Rens solo abrió una ventana y Luna encendió una vela, que coloco en la mesa de centro. Según esto para que el aroma a ceniza no se quedara en la casa. Cosas de locas.

Encendimos el cigarrillo y exhalamos el humo como si fuera aliento fresco.

-Dios – suspiro Jennifer. –Espero que encuentres al tipo, Lu, porque esta como quiere.
-Descuida, creo que me acerco – contesto Luna sin despegar la vista del ordenador.
-Oh, espera, espera… - Renata Jadeo. Señalo la pantalla. –¡Es el hijo de tu jefa! – grito.
-¿Quién? – Me puse de pie y mire la pantalla sobre los cabellos revueltos de Luna. -¡Dios! Que guardadito te lo tenias – le di un golpe amistoso en su hombro.
-¿Y qué… ya? – pregunto perversa Jennifer.

Luna tenso los dedos y cerro la ventana donde un rostro deslumbrante nos regresaba la mirada. Ojos pardos, salvaje, aparentemente alto, cabello largo. Muy fotogénico y delicioso. Joder. Que si Luna no se lo tiraba, yo estaba dispuesta a darle placer. Claro, si Luna no se mostraba interesada por el Dios.

-Yo… ¿Quieren pizza? Tengo hambre – Renta se puso de pie.
Todas volvimos a nuestros lugares.

Yo al sofá de dos plazas donde Jennifer estaba sentada en el brazo del mismo. Renata tomo el teléfono y llamo a la Pizzería. Tenía un gracioso nombre: “Pizz Burg”, Luna siempre hacia burla del nombre.
-Si, doble queso. Familiar. Si, si, dos. Hawaiana, y carnes frías – le dio la dirección de mi casa y colgó. –Tomen el tiempo…

Luna asintió desde el comedor pequeño redondo que tenia.

Degustamos la pizza con una botella de vino que Luna traía en su bolso. Siempre me dejaba una botella de vino, al menos cuando teníamos noche de de chicas en mi casa.

-Mmm… Esta delicioso – aprecio Renata sonriendo. -¿Es el que llego a tu casa?
-Ajá – asintió Luna y bebió un sorbo corto que mantuvo en su boca y después lo trago.
-¿Quién te lo envío? – pregunto curiosa Renata.
-Un amigo… - Luna alzo los hombros restándole importancia.
-Oh, un amigo… Parece que ya estas acostumbrada a sus envíos de vino – advertí alzando una ceja.
-Venga ya, Em, Chuck lo envío; el tipo que fue por mi cuando me perdí en alcohol.

Uhhh, golpe bajo. Asentí y para no hablar de nuevo mordí más pizza. Luna sabía como dejarme callada. Esa chiquilla seria la causante de mis canas verdes.

-¿Solo un amigo? – Jennifer preguntaba mordiendo el borde de la copa.
-Si, lo conocí antes de que ustedes arruinaran mi vida – comento divertida Luna.
-Torpe – Jennifer le aventó un cojín que Luna esquivo.


Así entre risas y ataques a la falta de acción de Luna y de Renata, que se tenía guardados algunos secretos, paso la tarde. Llego la noche y Luna y Renata se despidieron.

-Solo un trago más y es todo tuyo – dijo y se empino la botella de vino. –Listo, suficiente para una ducha, Em – alzo la botella a contra luz.
-Adiós, se cuidan y no se desvelen tanto. Menos tu Jen, que el trabajo no te deja… - sonrío Renata.
-Descuida, Rens. Mi jefa… sabe lo acontecido y se mostró muy accesible.
-Perfecto. Ah… ¿y cuando me presentas a tu jefe el de la cafetería? Por lo que me dices esta como Dios griego.
-Tanto así no, pero descuida que yo te lo presento, perver – abrazo a Renata, salio con ella al pasillo.
-¿Es por él tu estado zombie, cierto? - Luna tomo mi mano.
-Luna…
-No diré nada. Si me lo pides. No he dicho nada tampoco. Nadie sabe, solo tu, él… y Luna no sabe nada al respecto – término asintiendo levente con la cabeza.
-Gracias – le di un apretón.
-Puedes confiar en mí. Se como sacarle la verdad a las personas, aunque sea a palos – sonrío ligeramente.
-Lo se.
-Ok, descansa. ¿Ajá? Seguiré investigando… - se aventó a abrazarme. –Te quiero, en serio – susurre.


Fue la noche más larga.
Su mirada de rencor me azotaba en cada esquina. Su risa amarga. Su mandíbula tensa. No había esperanza. El camino se había terminado. Había llegado el final. No existiría un: Emily y Logan, nunca más. Nunca.


-¡Emily, Emily!

Unos brazos me atraparon. Abrí los ojos a la espera de verlo a él, furioso.

-Ya, tranquila, soy yo… Jennifer – Aparto el cabello de mi rostro.
-Si… ya, ya, estoy bien – jadee recobrando el aliento.
-¿Segura? Gritabas… - dijo Jennifer con miedo.
-¿Ah si? ¿Y que decía? – pregunte con miedo.
-Mira, se que estas estresada por lo de Logan y eso. Pero tranquila, él se lo pierde. No tienes que rogarle su perdón. Tú tenías miedo, cualquiera lo tendría – comento.
-Supongo que si… - sonreí un poco.
-Ya, duerme de nuevo, ¿si? Estoy en la habitación de al lado.

¿Tan fuerte gritaba como para que Jennifer acudiera desde la habitación adjunta? ¿Qué diablos pasaba conmigo?

Jennifer cerró mi puerta. Estire el brazo para apagar la luz. El repiqueteo de mi teléfono me sobresalto, espantándome del todo el sueño.

-Tiene que ser algo muy bueno para llamar a las 4 de la mañana – gruñí.
-Si… si que lo es – Luna hablaba del otro lado de la línea con voz adormilada. -La que debería de gruñir soy yo… Pero como somos amigas…
-Habla, Lunática – exigí.
-¿Esta Jennifer por ahí?
-No.
-Bien. Quiero que tú me des tu opinión primero.
-Luna, me estas dando miedo – acepte. Me senté en la cama.
-Ok… Me metí en un lío por esto. ¿Sabes?
-Luna, habla. Ahora – exigí con la boca seca.
-Andy, Andrew Norton…
-¿Es ingles? – pregunte.
-Británico, si. Según mi fuente… - casi la podía ver sonriendo. – Llego hace un par de semanas. No es un delincuente, y no dice en donde vive. Al parecer eso es más confidencial.
-Acuéstate con tu fuente.
-¡Emily!
-Bromeo…
-Ok. ¿Cuándo le diremos eso a Jennifer? No quiero que se asuste, ya ves como es de paranoica – comento.
-Si… ok, le plantearemos las cosas. Además, la escuchaste, el tipo esta como un Dios.
-Vaya que si – aprecio Luna.
-Bueno, ya hablaremos de eso mañana, más tarde. Descansa, Lunática, te escucho cansada.
-Si, lo estoy. Descansa igual. Adiós.

Colgó.


Al amanecer Jennifer se despidió después del desayuno. Hora de trabajar.

Las cosas en la Universidad estaban bastante normales. Normales si era típico ver a los estudiantes contentos por los preparativos de octubre. Ya saben Día de brujas y esas cosas. Todos estaban bastante excitados. Y como yo soy una arpía en Octubre, decidí hacerles un examen sorpresa. Todos chillaron quejándose, pero poco me importo. Sabía que tomaban mi clase solo para tener una nota alta dentro de sus demás materias casi reprobadas.

-Silencio – exigí y en el acto el aula quedo en silencio. Completo y dulce silencio. –Nombre, y ya… todo lo demás, conocen el procedimiento… - menee la mano restándole importancia.

Venga. Que mis exámenes no eran muy difíciles. Solo quería divertirme un rato. El estrés de la vida me daba con tubo. No había echado pasión desde hace semanas. Una tiene sus necesidades.

Al terminar el tiempo del examen, sonó la campana.

-Entréguenme sus exámenes – dije y poco a poco todos los alumnos los dejaron en mi escritorio.

Algunos mirándome con odio. Otros solo sonreían. El aula se quedo vacía.


Durante la noche y después de la llamada de Luna, decidí ponerle fin a mis tristezas. No viviría atormentada a un recuerdo, y menos a un hombre al que le había destrozado la vida. No señor. Tenía dignidad y una vida por delante. No más lagrimas.

-Hmm… Tus alumnos están molestos, Emily – comento Patrick al entrar al aula y cerrar la puerta.
-Si, supongo – alce los hombros.
-Eres mala, sin duda – dijo sentándose en una esquina del escritorio.
Mi pulso se acelero, evite mirarlo.

Concéntrate en los exámenes, concéntrate.
Oh vamos, solo échale una miradita.
No, no, no…
Solo una, anda. Sus ojos claros, color miel lo claman.
Calla, no.
Solo una. Sabes que él te esta mirando.

Subí la mirada, él sonreía.
-¿Tienes tiempo para una taza de café? – pregunto.
-Si – conteste de inmediato.

Lo sabía.
Cállate, estúpido lado irracional.
Venga ya, que siempre domino tu mente.

-Terminare de calificar en casa – dije y guarde las hojas a la fuerza en mi bolso.
-Perfecto – Patrick me tendió su mano.
Un choque eléctrico cruzo mi cuerpo, empezando en la punta de los dedos de mi mano derecha para terminar entre mis piernas. Trague.
Sabía a donde me llevaría ese café, y apuesto a que él lo sabía también.

Sin duda a gritar entre mis sabanas.

3 comentarios:

Ale de Moesia dijo...

Beu!!! mis dioses estuvo el capi delicioso!!! me encanto de principio a fin ademas nivelaste los sentimientos que dios!! me hiciste sentirme mal por la pobre Emily!! pobre Logan y aun pobre Jenn con lo de su madre u.u Renata y Luna me encantan!! ¿Por que sera? jajaja mira esta frase me encanto:

-Oh Dios, por ese tipo si me pongo en cuatro – gimió una vez que dio con un tal Pattinson.
-¡Si! – la secundo Rens.

jajaja xD

Esa Sherlock holmes lunatica xD me encanta y yo creo que no estaba dormida cuando llamo a Emily!!

Dios Patrick que me de clases!!! y por su hija que ni se apure xD me gustan los papas si no preguntenle a mi teles xP

Renata conocera a el Sr hopus!! see wiii esta historia esta tomando un rumbo de aventura super!! ahora soy una maldita adicta aun mas desesperada por leer MD mi beu gracias por la dedicatoria sabes que te amo muchisisisisisimo y que siento algo que no las palabras no expresan del todo!! eres mi hermana mi mejos amiga mi mitad mi sensei y ya casi somos oficialmente un año conocidas y cercanas eha eha te mega hiper amo mi Beu mi vida sin ti seria gris e infortunada!! TE AMOOO!!! GRACIAS POR SER TU!!!

Suerte!!
Espero el proximo es mas desespero por el proximo capi!!!

Xau!!

Ada Parthenopaeus dijo...

Pooooor Diooos llore con la parte de Logan...enserio crei que se reconciliarian de alguna forma.... y aaaaaaa... madre mia quierooo saber mas de estas niñas, fuerte pero sin suerte ene le amor.... ya no se a quien mirar... todos estan bueniiiiiisiiiimooo... caliiiente4s y como dijo Ren para que nos hagan gritar en nuestras sabamnas ... aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa quiiiiieroooooo quiiiiieroooo quiiiiiieroooo quiiiiiiierooooooooooo

VioletaHerondale dijo...

Cuando leí el título dije sin duda se reconcilia con Logan pero no! D: miralo ha sufrido horrores y luego esta que lo ama ay las mujeres!

En fin, necesito un altar para Emily esta frase: Si, ahora él estaba casado, puta suerte"

xDD ohhh Patrick del cielo, Andrew!
Telhu misericordioso! alguien abra la ventana!

Las chicas del Té de Lemmon

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...