junio 17, 2011

Maldita delicia, segunda temporada. Capitulo XII




Viernes de Maldita delicia. Dioses... Este capitulo... Lo escribí en primera y al final, quedo en 3era persona, no pude hacerlo en primera persona, el corazón se me partía... pero no les diré más. Solo no me odien, en serio! (: Disfruten el capitulo y dejen sus comentarios.




12. La pregunta


-Buenos días, hermosa.
La luz entraba rebosante por el ventanal del dormitorio de Logan.
Emily se removió con una sonrisa. Las sabanas abrazaban su cuerpo de una manera que le hirvió la sangre a Logan en un tris-tras. Una deliciosa y feliz semana, eso llevaba de compartir las sabanas, los días, las noches, las tardes. Y cada momento era el más feliz de sus vidas.
Emily se abrazó a la cintura de Logan, aspirando profundamente el aroma de su bronceada piel, se derritió en diferentes formas y en diferentes partes de su cuerpo. Era agradable despertar de esa forma. Sintiendo el calor de Logan y el aroma de su piel mezclándose con ella. Sintiéndose amada. Como siempre debió ser; a su lado.
-Hola – contesto ella contra la piel del cuello de Logan. Él se estremeció.
-Vamos a darnos un baño – hablo con voz ronca, cargada de deseo.
Ella sintió su cuerpo arder. Se montó sobre su cadera como una felina.
-Vamos. Tengo ganas de hacerlo en la ducha… - confeso.
Logan sonrió. Le encantaba que ella fuera tan sincera.
-Yo solo quería un baño normal – mintió, ignorando la punzada que sintió cuatro dedos debajo del ombligo.
La tomo entre sus brazos y entro al cuarto de baño. Mientras Emily se lavaba los dientes, él nivelo la temperatura del agua que llenaba la tina. Emily se acercó a tocar el agua, una vez que termino, y así, Logan obtuvo una vista espectacular de su trasero envuelto en ese diminuto camisón de seda. Casi se traga el dentífrico junto con el cepillo de dientes al ver ese redondo y firme trasero llamándolo.


-¿Lista? – se acercó a ella. Beso su hombro, deleitándose con el sabor salino de su piel por las mañanas.
Ella asintió, no quería hablar por temor a soltar un gemido que la delatara.
Logan se metió a la tina, se acomodó y un segundo después, Emily se recostó sobre su pecho.
Sonriendo, Logan tomo una esponja con jabón para comenzar a frotar esos pechos que lo volvían loco, mismos que tenían un exquisito tacto bajo sus dedos curiosos. Cómo deseaba sentirlos contra su lengua.
-¿Qué harás en la tarde? – pregunto para tranquilizar su libido. Su entrepierna ya rugía por la cálida humedad de Emily.
-Nada… - alzo los hombros.
-¿Quieres ir a comer conmigo? Bueno, cenar – corrigió.
Emily salía de la Universidad hasta después de las 6. Era una cena más que una comida.
-Me encantaría… - Emily evito chapotear el agua como una niña pequeña.
No importaba si Logan la invitaba a tomar un helado, a ver el lago de Central Park, o simplemente tomarla de la mano, ella estaba completamente encantada y enamorada.
-Perfecto. Un amigo tiene un restaurante, apuesto a que te gustara…
-Seguro que si – ladeo un poco su cabeza de modo que pudiera besarlo. Gimió cuando su cadera rozo su endurecido miembro, provocándole un gruñido contenido a Logan.
Emily sonrió para sus adentros, sintiéndose poderosa. Lo tomo en su mano y froto. Con un jadeo Logan la tomo de las piernas y la acomodo sobre él. Sintiendo, a pesar del agua, el calor de su entrada, llamándolo.
-Nena… - Emily continúo la tortura con su mano, rozando la punta de su pene en su caliente entrada.
No tardo en derramarse entre los dedos de Emily. Sus fuertes y certeras caricias lo mantenían al filo del placer. Y solo necesitaba un poco de ella para llegar al Paraíso. Se sentía como un adolescente. Pero así eran las cosas con ella.
Con la respiración agitada, las pupilas dilatadas y con una sonrisa estúpida en su rostro, tomo a Emily entre sus brazos.
-El baño se fue a la mierda – sentencio.
Saliendo de la tina se encamino a la cama. Besando el cuello de Emily. No solo Logan estaba desesperado por tomarla. Deseaba encarecidamente hundirse en sus cremosos muslos, saciarse de ella, embriagarse de su sabor.
La tendió en la cama con suavidad, pero su ternura se perdió cuando observo el triángulo oscuro de ella y se percató de su dulce humedad. Ella estaba excitada. Demasiado, su pecho subía y bajaba. Ansiaba esto lo mismo que él. Y lo tendría.
-Oh, Emi… - Paso los dedos por sus tiernos pliegues. Ella gimió. -¿Te gusta? – pregunto, aun sabiendo la respuesta. Le gustaba escuchar la voz forzada de ella.
-Sabes que si – logro decir con la garganta seca. No había parado de gemir, y eso que él aun no la invadía con sabiduría.
Sin decir más, Logan se hundió entre sus piernas. Su lengua jugaba con su botón, ahora más mojado. Bebió de su excitación como un sediento en el desierto. Poniéndose más duro y ansioso a cada movimiento de ella contra su lengua, sintiendo como sus paredes se ceñían contra sus dedos y su lengua. Él ya estaba listo, y necesitado de su calor.
-¡LOGAN! – rugió Emily al sentir hasta la empuñadura de él invadiendo su cuerpo.
Sus uñas se grabaron en las costillas de su musculosa espalda al tiempo que él la embestía con fuerza. Saliendo casi por completo y entrando hasta la empuñadura.
-Te amo – juro Logan con la voz entrecortada por el esfuerzo.


Estaban a nada para que los dos fueran arrastrados por un orgasmo glorioso.
Con los pulsos agitados y una sonrisa en sus rostros. Él sudaba y su frente estaba perlada de sudor. Lucia devastador. Demasiado para ella. Logan mantenía una mano sobre su pecho, mientras descansaba al lado de Emily.
Con el pulso ya restablecido en ella, se giró para verlo y… Lo que vio no le gustó nada.
Logan aún se esforzaba por respirar.
-¿Logan? – tomo su mano, esa que posaba sobre su corazón. Su pulso era errático. -¿Estas bien?
Emily apenas podía hablar. Su voz se había extinto por el miedo a ver a Logan. Sus ojos miraban a un punto cualquiera, sus labios estaban secos y comenzaba a sudar de nuevo.
-¿Logan? – Provo suerte acercándose más.
Logan parecía no escucharla. Eso la alarmo. Al borde de la histeria ella lo agito tomándolo de los hombros. Logan perdía el color de su bronceado y el de sus mejillas.
Sin saber exactamente qué hacer. Rebusco en sus cajoneras y encontró una agenda. Pasaba las páginas al punto de casi romperlas. Sus dedos le temblaban y apenas podía ver a través de las lágrimas que le nublaban la vista.
Entre oraciones y maldiciones dio con un nombre conocido. Doctora Nicole Wildest. Su hermana. ¿Qué demonios hacia su hermana en su agenda? Además subrayada y marcada con una pestaña amarilla al borde de la página.
Ignorando ese gusanito de curiosidad marco a su hermana. La llamada llego al primer tono.
-Doctora Wildest… - su hermana contesto con la voz melodiosa y tierna de siempre.
-Logan está mal – Emily volteo a ver a Logan, aun respiraba forzadamente.
-¿Cómo dices? ¿De nuevo? Voy para allá… Tranquila – agrego antes de colgar.
Emily arropo a Logan. Parecía mejorar, ahora respiraba por la boca. Sus ojos oscuros ya la miraban, pero no hablaba. Su mirada parecía pedir perdón. Logan busco la mano de Emily, una vez que la encontró la apretó. Ella estaba sentada a su lado, temblando como un gatito mojado y asustado.
-¿Cómo estás? – pregunto estúpidamente.
Claro que no estaba bien. Él no tenía buena pinta. Aun pálido y con los labios resecos. Se inclinó a besarlo. Él apenas logro emitir un ruidito. No supo si era de dolor o de agradecimiento.
La habitación estaba silenciosa. El tiempo se le hizo eterno y lento mientras su hermana llegaba al departamento.
Cuando Nicole llego, se lanzó inmediatamente a revisar a Logan, su estetoscopio y demás cosas volaban alrededor de Logan. Revisando su pulso, sus ojos, su pecho.
Emily la miraba en silencio. Nicole no la miraba.
-Logan, te dije que tomaras tus pastillas – regaño al hombre tendido en la cama. Él cerró los ojos asintiendo. Mientras que Emily no entendía ni una palabra.
-Solo te agitaste demasiado – explico, Nicole. –Supongo que no puedes estar sin agitarte con mi hermana viviendo aquí, ¿ah? – bromeo, finalmente miro a Emily. –Emi… - se colgó el estetoscopio en el cuello, la costumbre – tienes que cuidar de él.
Logan la tomo de la muñeca para que no hablara más. Nicole y él compartieron una mirada cómplice. –Vale… Solo espero que no pase de nuevo. Después te enviare tu medicamento… Como siempre – finalizo alzando los hombros.
Logan asintió. Se acomodó sentándose en la cama, recargando su espalda en la cabecera de madera. Nicole lo ayudo y coloco almohadas en su espalda. Emily seguía en silencio, sin entender ni una maldita palabra. ¿Por qué Logan y Nicole se conocían?
Una vez que Logan estuvo cómodo, Nicole le sonrió. Emily intento devolverle la sonrisa, pero solo se formó una mueca.
-Nos vemos… donde siempre – Nicole miro a Logan, él asintió. –Adiós, Emi… - tomo su maletín, dispuesta a salir de la habitación.
Emily salió de la cama de un salto y la tomo del brazo para que no saliera. Ella quería explicaciones y las quería ahora.
-Nicky, ¿Qué demonios sucede? – pregunto sin rodeos, mirando alternativamente a Logan y a su hermana.
-No es mi deber decírtelo, Emi. Hice un juramento de silencio, ¿recuerdas? – dijo simplemente, con la tranquilidad que la caracterizaba.
-Pero…
-Emi – Logan interrumpió su perorata con voz ronca. –Deja que tu hermana se vaya. Esto es entre tú y yo.
Nicole salió en silencio de la habitación, no después de abrazarla. Emily sintió un vacío en el pecho. Algo malo ocultaba Logan, algo muy malo. Y ella no estaba segura de querer escucharlo.
-No me digas nada – susurro.
-Emily… - hablo con voz trabajada. Como si le doliera hablar.
-Logan yo te amo, pase lo que pase te voy a amar – aseguro. Un nudo se formó en su garganta. Era como si se despidieran. Y eso le partía el alma.
Se acercó y le tomo el rostro barbudo entre sus manos. Se vio reflejada en sus oscuros ojos.
-Nena, yo también te amo… Siempre te he amado. Siempre – la beso fugazmente sellando su juramento de amor.
Las lágrimas no se hicieron esperar en Emily. Pero Logan las seco besándolas.
-Perdóname, debí habértelo dicho…
-No importa – lo detuvo. –Te amo, no me importa…
-No, Emily – tomo su barbilla. –Estoy…
-Pero mejoraras, Nicky es muy buen médico – decía ella asegurándose de que su voz no se quebrara. –Ella es buena, mucho.
Logan sonrió. Pero un segundo después negó con la cabeza.
-Emily…
No había necesidad de aplazar lo inevitable.
Emily temió lo peor, cuando él dijo su nombre así. Pero callo sus palabras colocando los dedos sobre sus carnosos labios.
-No digas nada… Nada. Yo te amo, te amare el resto de mi vida. Logan… - de nuevo más lágrimas.
-Pero tienes que saber…
-¡No! – jadeo ella. –No me importa. No me importa – aseguro. –Cuidare de ti… - beso sus labios.
Lo beso como si el Mundo se fuera a extinguir.
-Aunque no podemos hacerlo seguido – intento bromear y sacarle una sonrisa a Logan. –Te dejo prácticamente muerto…
Logan sonrió.
-Eso paso porque olvide tomar mi medicamento en la noche – dijo restándole importancia.
-Ok, entonces besare y morderé cada pulgada de tu cuerpo – se inclinó a besar su pecho. Justo sobre su corazón.
-Emily, te amo…
-Y yo a ti, más de lo que crees.

Logan la llevo a la Universidad, después de que la tomo sobre las sabanas. Calmando un poco la angustia de ella. No podía ocultar su ceño fruncido de preocupación, todo por culpa de él. ¿Cuánto tiempo más podía seguir ocultándole su estado?
Fuera como fuera, él viviría por ella. El tiempo que fuera. El tiempo que le dieran a su lado lo aprovecharía al máximo. Cada segundo, cada minuto, cada día, lo explotaría al máximo para hacerla feliz.
-Cualquier cosa – insistió Emily antes de bajar del Alfa Romeo de Logan en la entrada de la Universidad - , me llamas, ¿sí?
Sus ojos aún estaban rojos y cansados de tanto llorar. Aunque ella jurara y perjuraba que Logan estaría bien porque ella lo cuidaría. La verdad era otra, y esa, Logan la guardaba celosamente.
-Emi, estaré bien - ¿Por qué eso sonaba a mentira? - , solo fue un descuido – intento tranquilizarla.
-Pues que no se repita – gruño la chica en advertencia.
Había sentido como la vida se le iba cuando lo vio ahí tendido en la cama y sin moverse.
-No se repetirá – aseguro Logan, confiado. –Te amo, nos vemos más tarde para cenar.
-Te amo más. Y más te vale – lo señalo al bajar del auto plateado.
No entro a la Universidad hasta que no vio desaparecer el Alfa Romeo de Logan.
Rogaba con todas sus fuerzas que solo fuera eso: un descuido. Uno que no se repetiría de nuevo. Nunca. Jamás.




-Hey. ¡Emily!
-¿Cómo? – levanto la vista desconcertada.
-Solo te preguntaba que qué tienes. Estas distraída…
Patrick la miraba entre curioso y preocupado. Ella negó con la cabeza, pero sin mirarlo a los ojos. Patrick se acercó a ella en silencio. De pronto, Emily comenzó a llorar. Inconsolable la chica cubrió su rostro.
-Oh, Emily, no llores – Patrick tomo su rostro. Le rompía el corazón ver a una mujer llorar. Se arrodillo al lado de ella.
-Logan… - decía entre sollozos. –Él…
-¿Qué te hizo? – Patrick tenso la mandíbula.
-No me hizo nada – negó con la cabeza. –Solo…
-¿Qué sucede? – insistió. –Dime, puedes confiar en mí…
-Tiene… algo. Esta… enfermo – decía entre sollozos, sorbiendo su nariz y limpiando bruscamente sus lágrimas.
-Él estará bien… - quiso tranquilizarla. Pero sus palabras no fueron escuchadas. –Tranquila nena.
-No – negó como posesa. –No lo conoces, es un necio – recordó.
Aun con la gripe más fuerte, él se negaba rotundamente a acudir al médico. Nunca quiso ir a ningún lado con agujas y cosas esterilizadas. Odiaba todo lo que tuviera que ver con Hospitales. Quizá él ya estaba tan grave que acudir al médico solo era… estúpido e innecesario.
¡Oh no!
Sollozo aún más fuerte. Patrick la estrecho con fuerza en sus brazos. Pero su voz y sus caricias de alivio se sentían tan lejanas en el cuerpo de ella. Tan frías y lejanas. Su cuerpo solo atendía el llamado de Logan, los besos y las caricias de Logan. Su mente era ocupada solo por él. Nadie más.
Y si lo perdía…
-Yo me muero, me muero… - chillo en voz alta.
-Tranquila, no pasara nada…
-Si se muere… Me lleva con él – esta vez ella se atrevió a corresponder el abrazo, solo para no sentir que caía en un pozo sin fondo. Sus manos se aferraron a la camisa de Patrick como un salvavidas. Estrujándola conforme sus ojos se llenaban de lágrimas más y más, sin querer detenerse.
-¡Dios! ¿Qué voy a hacer si él se muere? – pregunto histérica.
Esa era la pregunta.
Una vez sintió que su vida se iba cuando vio a Logan en los brazos de otra mujer. Sintió morirse. Pero ahora, con la muerte exhalando su fétido aliento en el hombro de Logan… ella sin duda acabaría loca, o peor.
¿Qué haría si la luz de sus ojos oscuros se iba para siempre? Ella no podría soportar eso. No podía. No viviría sin él, ahora lo tenía para alegrar sus días, sus miserables y solitarios días.
Lo único que ella sabía, era que se si Logan moría, ella lo seguiría.

3 comentarios:

Ale de Moesia dijo...

OMFG!!! Beuuu me haces poner mi carita asi U_U aaaa Logan ese hombre me puede... no que no mueraa que le pasa??? v.v Que deje a Emily no puede ser egoista y dejar que ella sufra con su partida mi Beu ella se pondra muy mal, ya una vez que has traspasado el umbral del dolor sabes cuales son tus limite y dudo que Emily tenga los suyos claros... Logan debe dejarla con Patrick por que sabe que es lo ultimo bueno que le puede dejar =0 Llore amor cuando crei que habia muerto Logan! x.x Pero sin duda amo el capi. Eso como si dijeras... "No todo es felicidad y alegria... Bienvenidoa a la jodida vida!" Escribes genial amor insisto me llevas de la risa al orgasmo y del enojo al llanto!!! uff ame el capi la fragilidad de la felicidad es sin duda paralizante!! Te amoooo uff espero el capi 13 por que sera?? xP ai lob iu muxooooo besos

Ada Parthenopaeus dijo...

Noooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! chillo como mendiga magdalena OOOOh madr miiaa mi Beuuuu sniiiiffff....... noooooo nooo se que decir solo que podbre Emm, y no querer saber para decirse frente a él que no es nada grave... snifff... sniffff...... como me gusta

VioletaHerondale dijo...

No le hagas eso! Beu ya que al fin regresó! u.u que Logan no muera y que no pase nada porque ya me imagino a Emi .....

Las chicas del Té de Lemmon

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